La revista Hola, en su sección de viajes, les propone a sus lectores cinco rincones de la provincia de Salamanca para viajar en estas fechas. Espacios naturales y localidades que se ven eclipsados por la capital.
Si el visitante ha paseado por las calles de la ciudad del Tormes, no muy lejos de la Catedral, Plaza Mayor o la fachada rica de la Universidad, se encuentra la Isla del Soto, en Santa Marta, donde el viajero podrá encontrarse con “un paisaje ribereño de gran singularidad”, describe la revista, donde si lo desean pueden montar en bicicleta o dar agradables caminatas.
Así, Hola comparte que Salamanca ofrece bellísimos parajes naturales que esconden una gran biodiversidad, pueblos que parecen detenerse en el tiempo y ciudades históricas que guardan los ecos de mil batallas entre sus murallas. Hoy os proponemos una escapada de invierno a cinco rincones salmantinos que os van a sorprender.
No es el único espacio natural que propone Hola, también ofrece al lector acercarse a Siega Verde, a 15 kilómetros de Ciudad Rodrigo, donde los visitantes podrán ver grabados rupestres prehistóricos de hace más de 20.000 años. El yacimiento se visita de forma guiada los miércoles, jueves y domingos en horario de mañana, y viernes y sábado en horario de mañana y tarde, guiada y con taller didáctico, también se visita el aula arqueológica y centro de interpretación.
El río Uces regalará a los caminantes una espectacular catarata, el agua tiene una caída de más de 50 metros, más que la del Niagara. El Pozo de los Humos es un espectáculo natural que se puede disfrutar en determinados meses del año. Si coincide, el espectador no olvidará esa imagen. El Pozo de los Humos se puede ver desde el término municipal de Masueco y de Pereña de la Ribera.
Pueblos con encanto
Ciudad Rodrigo, al que califica como una localidad con forma de estrella debido a su recinto amurallado. “Sus murallas, construidas en el siglo XII, la protegieron en el tiempo y hoy encierran un centro medieval lleno de plazas empedradas, iglesias góticas y edificios renacentistas. A lo alto de ellas hay que subir para caminar por el paseo de ronda y rodearla”, describen en el artículo.
Y el quinto destino es Mogaraz. Un municipio al que la publicación califica como un lugar detenido en el tiempo.
A sus piedras empedradas y su arquitectura serrana hay que sumarle las obras de Florencio Maíllo con ‘Proyecto de la Memoria’. Las fachadas de las viviendas ofrecen al andariego la posibilidad de disfrutar de la arquitectura serrana y conocer quién vivió en esa casa. Es un museo al aire libre.