Opinión

Deseos

Pan, vino y salchichón. Imagen. Pixabay.

No he tenido demasiado tiempo para despedirme como es debido del año que acabamos de dejar en la cuneta. Ni siquiera para crear los deseos de cara al que acabamos de dar la bienvenida. Con él ya estrenado, después de que los Magos cogieran rumbo éste, ya era demasiado tarde para presentarle mis solicitudes. Charlamos.

Me agradeció que no comenzara pidiendo. No sabía muy bien el qué, por otra parte. Distendidamente, compartió sus quejas conmigo. Estoy harto de ellas, no de las justificadas, esas siempre merecen un hombro, un par de orejas y un abrazo en silencio. Me aburren las de persona rica, blanca, europea. Oh, maldita sea, no quedan camisetas blancas de manga corta y cuello de pico de mi talla… Cómprala negra y de cuello redondo. No la compres. Haz lo que te dé la gana con esa mierda de problema, por favor, no me aburras.

Quejas de 24. ¿Por qué motivo pensáis que yo tengo alguna responsabilidad en lo bien o mal que os vaya de aquí a las uvas de diciembre? Me confieso rana de ese charco…

Pedir cosas a una fracción de tiempo… Qué gran idea. ¿Con quién me frustro si no sucede lo que yo deseo? ¿Con un calendario? ¿Con un reloj? Conmigo por supuesto que no, yo acudí presto con un anhelo. Ojalá hoy… A partir de… Y no fue hoy. Y aquel a partir no comenzó entonces. Qué mal año, mes, día, hora o momento.

– Pienso pasar, como mis dos mil veintitrés hermanos mayores. No puedo meterme en vuestras cosas, sois demasiados, demasiados deseos, muchos de ellos incompatibles. No puedo contentar a quien quiere sol para el paseo y a quien quiere lluvia para el trigo al mismo tiempo. Ya me han dicho los anteriores, es imposible – dijo. – Haced lo que queráis, lo que podáis, intentad cuando menos, pero no me pidáis. No podré.

24 me convenció. Me prometió traer frío para el jamón en invierno, templanza para las flores en primavera, calor para ir a la playa en verano, acabar con todas las hojas caducas para dejar sitio a la siguiente generación en otoño. No se comprometió a nada más.

En cuanto a las penas que puedan acontecer, aceptó recogerlas, dar fe, hacer compendio solamente, sin responsabilidad alguna. Las alegrías las compartiría con los protagonistas, sabedor de que nadie le ofrecerá medalla alguna por un logro obtenido durante su mandato.

Quedamos como amigos, en ir viéndonos a lo largo del año. Le dije que haría todo lo posible para que estuviera presente, para que se apagara orgulloso de lo bien que me fue cuando recibiera relevo. Que no me guardaré ni una sonrisa para mí, que no me perderé un buen vino que conocer, que aplaudiré cada buen rato por pasar, que haré lo que sea para evitar una sola noche sin biendormir, que no esconderé ni media buena palabra y callaré las malas. Que después de cada tropiezo, me limpiaré el polvo y haré lo que podemos hacer, seguir.  

3 comentarios en «Deseos»

  1. Buenos días: Libro grueso con 2024 páginas en blanco que lo aguantan todo y lápices suficientes para escribir y emborronar.
    Felíz estoy de volver a leerte en primera fila. ABRAZOS GORDOS.

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  2. I have no desire to argue with anyone. I choose to walk away because I just want peace.(No tengo ningún deseo de discutir con nadie. Elijo alejarme porque sólo quiero paz)

    Responder
  3. Estimado señor Elefante Rosa,

    Un placer leer estas sus primeras líneas en el incipiente y novedoso 2024. Personalmente, intentaré seguir las recomendaciones aquí descritas para que 2024 no pueda tener ninguna queja acerca de mí.

    Un afectuoso saludo,

    Responder

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