Las tres mujeres testigos del crimen de Ciudad Rodrigo se contradicen

Comienza el juicio al autor de la muerte de un hombre en un bar de Miróbriga en el carnaval de 2022
El juicio contra J.A.V.S. por el asesinato de Ciudad Rodrigo

La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido este martes la primera sesión del juicio por el asesinato a un hombre en el bar La Muralla de Ciudad Rodrigo durante el Carnaval del Toro de 2022. En la mañana de este martes han declarado tres testigos, mientras que José Alberto V.S., el acusado por la muerte de Tomás E.B., testificará la última jornada del juicio, inicialmente previsto para este jueves.    

Dos de las testigos que han declarado son quienes acompañaban al acusado, J.A.V.S. durante la noche del incidente. La primera de ellas ha asegurado no tener ningún tipo de relación con el acusado, más allá de que este es amigo de la otra mujer que los acompañaba esa noche en Ciudad Rodrigo. Por su parte, la segunda mantiene una relación de amistad con J.A.V.S. desde la juventud.

José Alberto y las dos mujeres acudieron a Miróbriga el 25 de febrero de 2022, en pleno Carnaval del Toro, a presenciar una capea y, ya por la noche, acudieron al bar donde se produjo el altercado. Una vez allí, donde también se encontraba la víctima, tuvo lugar una discusión en la que estuvieron implicados tanto el acusado como la víctima, por lo que los propietarios decidieron cerrar el establecimiento.

Una vez estaban saliendo del bar, siempre según el testimonio de las dos testigos, la amiga de J.A.V.S. recibió un golpe en la cabeza con un vaso de cristal, por lo que el hombre regresó al interior del bar para pedir explicaciones. Además, la que recibió el impacto señala que, al girarse, vio a Tomás con el brazo izquierdo levantado y la navaja en la mano derecha. Si bien, ellas dos salieron fuera mientras José Alberto regresaba hacia el interior, por lo que, ”no vimos nada de lo que pasó dentro del bar”, añadía esta, quien reconoce que, al salir, le dijo a la otra chica, ”tranquila, que él se defiende”.

Una vez pasado “medio minuto” desde que J.A.V.S. regresó al interior del bar, este salió “tranquilo”, aunque con una herida en la mano, y todos ellos volvieron a Salamanca en el coche de él. No obstante, las dos mujeres aseguran que durante el viaje de vuelta a Salamanca en coche no hablaron con José Alberto sobre lo ocurrido, pese a verle con una herida sangrante en su mano. Al día siguiente, las dos testigos acudieron a la Policía para contar lo que habían visto, tras conocer “por la prensa” que había habido un muerto en el establecimiento en que estuvieron la noche previa.

Tal y como han relatado las dos testigos, ambas vieron en el bar a T.E.B. con una navaja en la mano durante toda la noche y en actitud “provocadora”, aunque han negado que tuvieran algún tipo de altercado con él. Sobre el estado de la víctima, la primera testigo ha explicado que “no estaba normal. Tú no estás en un bar normal deambulando con una navaja de la mano”. Asimismo, la amiga de J.A.V.S. ha puntualizado que, “no estaba bien, tenía los ojos salidos y estaba agresivo y alterado”.

Por su parte, la tercera testigo que ha declarado en la mañana de este martes es una conocida de la víctima, que también se encontraba en el bar La Muralla la noche de los hechos. Según su testimonio, conocía a la víctima porque ambos acudían a ese bar “habitualmente”. Además, ha asegurado que “nunca” vio a T.E.B. con una navaja, ni tampoco discutir con nadie. También ha querido dejar claro que la víctima “iba bien” y “no iba bebido”, así como que vio a una chica tirar una botella a Tomás y, tras ello, este le lanzó otra a ella.

En cuanto a las penas, la Fiscalía solicita para J.A.V.S., por un delito de homicidio, 13 años de prisión y 7 de libertad vigilada, así como una indemnización de 595.000€ para los familiares. La acusación particular eleva el delito a asesinato y solicita 25 años de prisión y una indemnización de 600.000€.

Por su parte, la defensa pide la libre absolución del acusado. Si bien, en caso de que sea acusado, el abogado defensor solicita que sea condenado por homicidio imprudente, cuya pena máxima es de 4 años de cárcel.

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