Julio Fernández, presidente de la asociación Memoria y Justicia de Salamanca, y Carlos López, obispo de la Iglesia Evangélica, firmaron un convenio para buscar los restos de Atilano Coco, pastor Evangélico
Una firma que significa que los restos de Atilano Coco, pastor Evangélico ejecutado el 9 de diciembre de 1936 por el ejército rebelde franquista en Salamanca, podrán recibir una sepultura digna, porque ahora sus huesos se encuentran en el monte de la Orbada, la gran fosa común de Salamanca, donde se encuentran los restos de muchos salmantinos que cometieron el delito de pensar de distinta manera a los que se levantaron en armas contra el Gobierno de la República, legítimamente elegido en las urnas, y de saber, por lo tanto estorbaban.
Entre los que se encuentran ahí, está Atilano Coco, un hombre bueno, culto, generoso y amigo de Unamuno, que sabía muy bien con quién compartía paseo y café. A ambos intelectuales les unía Salamanca y Oxford, porque Coco estudió allí, y en febrero de 1936, la Universidad inglesa invistió Honoris Causa a Unamuno. Atilano Coco quedó retratado en la película Mientras dure la guerra, de Amenabar. Cada uno de los calificativos que acompañan al nombre de Atilano Coco son explicables.
En su tiempo fue un puntal cultural de Salamanca. Había estudiado en Oxford. Su primera misión fue formar a los obreros que no habían ido a la escuela. Iban a la capilla y los alfabetizaba. Eran personas que habían salido del campo sin estudios. Así creó el aula nocturna en las inmediaciones de la iglesia de Sancti Spítitu, próxima al edificio de la iglesia protestante de Salamanca.
No solo enseñó a los adultos, también creo la escuela gratuita para los niños de la barriada del rincón de Sancti Spíritus, donde estaba su iglesia.
Fue vilmente asesinado sin ningún juicio y con mofa y escarnio para su familia. A la cual le dijeron el 9 de diciembre que lo habían liberado. “Sí, asesinándolo”, apunta Carlos López, obispo de la Iglesia Evangélica.
No es la primera vez que se busca a Atilano Coco, pero en esta ocasión hay más evidencias y posiblemente se iniciaran las excavaciones este verano. “Estamos muy contentos tanto la familia, la iglesia y la asociación. Ahora, tenemos indicios y hemos recopilado documentación que será muy valiosa para la búsqueda de Atilano Coco”, explica el religioso.
Esta información está relacionada con las otras dos personas que fueron fusiladas junto a Atilano Coco: El Timbalero, periodista que escribía en El Adelanto, y el maître de el Gran Hotel. La mujer de El Timbalero fue a buscar sus restos unos días después al monte de la Orbada y la familia del maître del Gran Hotel tiene informes de que su tío está enterrado en este ‘fusiladero’ salmantino. “Estamos pendientes de que nos den las últimas indicaciones. Esto se quedaba en la familia y ahora quieren compartirlo”, matiza el obispo.
Los protestantes en Salamanca
Con este convenio entre la Iglesia Evangélica y la Asociación Memoria y Justicia se abre un capítulo donde se conocerá la historia de los protestantes en Salamanca. “En la memoria de Salamanca falta todo lo que tiene que ver con la minoría religiosa protestante, que está presente en la ciudad de manera formal desde 1868. Pero, ya estaban antes. Justo después de la batalla de Arapiles, cuando el general Wellington entró en la capital y vio la iglesia de los Dominicos convertido en un establo. Lo mandó limpiar y ofició el primer culto protestante o anglicano en Salamanca. Fue en San Esteban, una vez que estuvo limpio el templo”, cuenta el obispo Carlos López.
Desde entonces hay presencia protestante en Salamanca. A veces se encuentran noticias sorprendentes, como la de un señor que vio por primera vez el culto en los Dominicos y dijo que había visto a un señor subido en un barril, vestido de blanco y no le entendían nada. “Lógico, hablaban en inglés. Historias como éstas están por descubrir”, comparte el obispo Evangélico.
Además de la represión que sufrió la iglesia protestante en Salamanca. Muchos de los muebles y documentos están en el Archivo de la Guerra Civil. “Así, se sabrá que la mujer de Atilano Coco escondió la lista de miembros de la iglesia en un árbol del patio del templo. De esta manera, los salvó”, añade el obispo protestante.
El resto de los papeles se los llevaron al Archivo de la Guerra Civil y persiguieron a personas inocentes, como la historia que hay detrás de un hombre que había hecho un donativo de 5 pesetas a la iglesia anglicana porque veía que era muy buena la obra social que se realizaba allí, como la de dar clases gratis a niños y adultos. «Encontraron el recibo de las 5 pesetas y fue perseguido», puntualiza Carlos López.
Un día después de la muerte de Unamuno, el 1 de enero de 1937, fusilaron a más salmantinos, entre los que estaban miembros de la Liga de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, a la que también pertenecía Atilano Coco.
Unamuno, Atilano Coco, los miembros de La liga de los Derechos del Hombre y el Ciudadano… Todo está muy relacionado.
1 comentario en «Firma para encontrar a Atilano Coco, un hombre bueno»
Hay veces en la que la religión es «divina» y es cuando cuida al ser humano.
Gracias Julio or toda la labor que haces en esa asociación.