El músico que llegó del frío

Vasiliy Orkin es un músico ruso afincado en Salamanca desde hace año y medio. Apasionado del flamenco, estilo musical que está aprendiendo a tocar, compagina su trabajo de profesor de guitarra a alumnos de su país de forma online, con sus estudios de electricidad. Además, Vasiliy ejerce como músico callejero en la capital charra, donde deleita a los salmantinos con su guitarra, tocando jazz, blues y funk.

A sus 30 años, Vasiliy cuenta con una amplia formación en el ámbito de la música y, más concretamente, en el de la guitarra, ya que posee carrera, maestría y posgrado. “Toco guitarra clásica, guitarra eléctrica, también puedo tocar el ukelele… Todo lo de guitarra”, explica, añadiendo que, durante su carrera, ha tocado en “diferentes bandas”, “pero durante un tiempo largo, en tres grupos”, todos ellos en su país.

Su afán por la guitarra eléctrica viene de edades tempranas. “Desde pequeño me empezó a gustar al verlo en películas y en videoclips de canciones. Además, vi muchos conciertos en la tele y siempre pensaba que en el futuro podría tocar la guitarra”, recuerda el músico.

Orkin es originario de Siberia, aunque después estuvo durante una década en Moscú. Sin embargo, en 2022 decidió probar suerte fuera de su país. Tras dejar Rusia en ese año, y después de un breve paso por Kazajstán, llegó a Salamanca en octubre de 2022 junto con su esposa, que es la familia con que cuenta en España y quien le ha acompañado desde su llegada.

En la capital charra Vasiliy se encuentra estudiando un ciclo formativo de electricidad, formación que espera “terminar el próximo curso” y con la que pretende complementar su faceta como músico para abrirse más puertas y tener más opciones en el mercado laboral. Además, ejerce como músico callejero y da clases de guitarra de forma online a alumnos de su país.

Este músico sale a la calle con su guitarra eléctrica “como máximo cuatro días a la semana”, ya que, reconoce, “entre mis clases del módulo y las que doy a mis alumnos de música tengo mucho trabajo”, aunque también depende del tiempo que haga, porque cuando llueve o hace mucho viento no sale. Los dos emplazamientos en los que suele colocarse Vasiliy son, o bien en la plaza de los Bandos o en la calle Toro, dependiendo de si “están ocupados por otros músicos”.

Sin embargo, confiesa que prefiere tocar en la plaza de los Bandos, en la esquina del Palacio de Garcigrande que da a la calle Zamora, debido a la acústica del lugar y a la mayor visibilidad. “En la calle Toro muchas veces hay demasiada gente y la música no se escucha”, explica entre risas. Respecto al trato de los salmantinos, explica que, “es muy bueno” y agradece que “son muy amables”. “Muchas veces se paran y me dicen que les gusta mi música, y eso me gusta mucho”, añade.

En cuanto a la música que toca, cuando sale a la calle opta por el blues, el jazz y el funk. No obstante, afirma que está aprendiendo a tocar flamenco. “Lo intento, pero de momento me da vergüenza porque no sé mucho. Entonces, quiero aprenderlo, mejorar y después empezar a tocarlo más”.

Entre sus artistas favoritos, señala a algunos como Aniello Desiderio en el ámbito de la música clásica, o a Led Zeppelin, AC/DC y Queen en el del rock. Sin embargo, de entre todos, Vasiliy no puede ocultar su admiración por el guitarrista flamenco Paco de Lucía. Sobre este último, cuenta cómo lo descubrió “de una manera diferente” tras su llegada a España. “Un amigo mío que también es músico callejero y toca la guitarra flamenca me mostró muchos vídeos de Paco de Lucía, de sus entrevistas, en los que cuenta cómo toca él, cómo tocar la guitarra flamenca… Y por la causa de que antes no hablaba español, no podía ver esos vídeos”.

Por otro lado, en cuanto a sus planes de futuro, apunta que, de momento continuará en Salamanca hasta que finalice sus estudios de electricidad. Una vez los concluya, “depende del trabajo, porque no sé si podré trabajar en la música y, si no, en la electricidad”, explica, insistiendo en que su prioridad es la música. Pese a ello, recalca que le gustaría quedarse en Salamanca, ya que, “es una ciudad pequeña, limpia, con buen aire y medioambiente, y en la que los ciudadanos son muy amables, abiertos y dispuestos a ayudar a los demás”.

Finalmente, Vasiliy Orkin señala que ha visitado otras ciudades españolas como Madrid, Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada, llevándose un recuerdo especial de esta última, debido a la presencia de “muchos músicos tocando flamenco por las calles”. Sin embargo, insiste en lo “mucho” que le gusta Salamanca, especialmente la zona del centro.

En este sentido, concluye diciendo que la Catedral es su lugar favorito de la ciudad y, “cuando no está ocupado ese sitio por otros músicos callejeros, me gusta mucho tocar allí, porque puedo tocar mi música al mismo tiempo que veo la Catedral, y esos son unos momentos muy bonitos que me encantan”.