Solo querían enseñar

La asociación Memoria y Justicia de Salamanca homenajeó a los maestros y maestras represaliados o asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco
La asociación Salamanca Memoria y Justicia homenajea a los maestros asesinados y represalidaos durante la Guerra Civil y el franquismo.

Ellos solo querían enseñar. Se habían formado para hacerlo. Los cinco pasaron por la Escuela Normal de Magisterio y cinco dieron escuela en Salamanca capital o pueblos de la provincia. Excepto dos, Encarnación Ruipérez y Raimundo Etreros, los otros tres, Juan Artacho, Esperanza Girón y Luis Campo, fueron encarcelados, vejados y asesinados, dejando viudas, huérfanos y padres desconsolados.

Fueron los alumnos de la Clínica Jurídica de Acción Social y de Historia, de la Universidad de Salamanca, los encargados de darle voz a las vidas de estas dos mujeres y tres hombres que solo querían enseñar a los niños de su época a que fueran libres de pensamiento y también el lugar donde nacían los ríos, las tablas de multiplicar, la historia de España,… Porque estos hombres y mujeres se habían formado para ser maestros porque tenían el arte y la destreza en enseñar.

Asistentes al acto que homenajeó a los maestros.

Los cinco maestros fueron homenajeados este viernes 12 de abril a las 17.00 horas en el Memorial del Cementerio San Carlos Borromeo por la asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia. Este recordatorio se une a que el domingo 14 de abril se cumplen 93 años. «Un periodo de los más ilusionantes y prósperos de la historia de España, en la que se consagraron los principios de un estado social y democrático de derecho constitucional que reconocía los derechos fundamentales de todos y los ideales de libertad, igualdad, fraternidad, tolerancia y solidaridad», señaló Julio Fernández, presidente de la asociación Salamanca por la Memoria y la Justicia.

Asistentes al acto que homenajeó a los maestros.

Además, el presidente aprovechó para condenar el contenido de la proposición de ley de PP y VOX de Concordia de Castilla y León y reivindicar la normativa estatal de Memoria Democrática.

 Cerró el acto Gabriel Álvarez López, profesor de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Salamanca.

Encarnación Ruipérez. Era hija de un empresario muy conocido en Peñaranda y se casó con Germán Sánchez. Si unimos los dos apellidos, los hijos de Encarnación y Germán son los Sánchez Ruipérez tan importantes en la cultura de nuestra Salamanca. Germán Sánchez Ruipérez y su fundación y Salvador Sánchez Ruipérez y la librería Cervantes. Encarnación Rupérez se formó en la Escuela Normal de Salamana. Dio clase y se significó como una mujer de izquierdas, profesional y con ideas. Estos tres ‘pecados’ fueron los causantes de que estuviera encarcelada y no pudiera ejercer más su profesión.

Juan Artacho nació en Badajoz, pero su padre trabajaba en Telégrafos y fue destinado a Salamanca. Aquí estudió Magisterio y dio clase en Peñaranda. Estuvo involucrado en la vida pública y política de la localidad. El 26 de noviembre de 1936 fue llevado al cuartel de la Guardia Civil y unos días más tarde fue asesinado en un camino de Calvarrasa. Sus hijos y su mujer se quedaron huérfanos y viuda y señalados por ser hijos de rojo.

Asistentes al acto que homenajeó a los maestros.

Esperanza Girón. Hija de maestros. Ejerció en Berrocal de Salvatierra. Allí, además de dar escuela, también fue corresponsal de El Adelanto. Contó la vida y milagros del municipio, sus ceremonias, sus alumbramientos, sus entierros,… y también defendió en sus artículos a los obreros, hombres que solo querían pan y no se les da. «Los obreros de este pueblo son pobres, pero honrados», escribió la maestra en El Adelanto. Fue encarcelada, vejada, humillada y su cuerpo tirado en un camino de Buenavista en 1936.

Luis Campo nació en Béjar. Se formó en Salamanca. Oposición a oposición va medrando en su carrera. Llega a ser inspector en la zona de Sequeros. Tiene una emisora de radio en los años treinta, eso es peligroso. Da un mitin en 1936 en el teatro Bretón, es detenido, encarcelado. Lo llevan a Peñaranda allí lo asesinan junto a 12 personas más. Está enterrado en el monte Arauzo, en una fosa común. Su cuerpo no ha aparecido nunca. Dejó viuda y cinco hijos.

Raimundo Etreros nació en Alba, donde su padre ejercía de maestro. Aprobó las oposiciones y dio clase en Pedrosillo de Alba. En 1936 entiende que su vida puede correr peligro y se marcha a la frontera, pero regresa a Salamanca y en 1937 es detenido. Así, entre entrar y salir de la cárcel llega el año 1940. Entre las acusaciones que vierten contra él está la de que impío, ateo y con una moral nefasta. Le dieron un castigo cruel, no pudo ejercer la docencia.

2 comentarios en «Solo querían enseñar»

  1. Un acto muy bonito y emotivo, con unas biografías conmovedoras .Qué pena que no se le de más difusión y asista mucha más gente que seguro que de haberlo sabido hubieran asistido.Salud y República.MCR

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