Luis Alberto Calvo, presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), remitió una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que expresa su oposición a que la figura del veterinario de explotación tenga un carácter voluntario y no obligatorio, al entender que la sanidad animal y el control epidemiológico de la ganadería “no pueden verse afectados por cuestiones puramente económicas”, y existe un riesgo de “retroceso en la materia que sería inaceptable”.
ICAL. Calvo expuso al titular de Agricultura que aspectos como “el desarrollo de un plan sanitario, la supervisión del cumplimiento del mismo y el asesoramiento continuo al ganadero sobre cuestiones de bioseguridad, uso de antimicrobianos y bienestar animal deben ser prestados por un facultativo veterinario que apoye al titular de la explotación”, tal como recoge Reglamento (UE) 2016/429 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2016.
“Si el veterinario de explotación pasa a tener carácter voluntario, tales objetivos quedarán seriamente comprometidos”, argumenta Calvo. En la misma línea, el máximo representante de los 37.000 veterinarios españoles lamenta que en el reciente Foro de diálogo de la ganadería extensiva en España, promovido por el Ministerio en Toledo, no haya habido presencia de la profesión veterinaria “a pesar del determinante papel que la misma desempeña en el sector primario”.
Además, cuestiona la compatibilidad de las medidas de simplificación administrativa anunciadas en citado Foro con el actual estatus sanitario de la cabaña ganadera nacional, por suponer un riesgo de “retroceso en materia de sanidad animal, lo cual resultaría inaceptable desde todos los puntos de vista”.
Criterio científico y defensa de la salud
Al respecto, Calvo señaló que en las conclusiones del Foro hay varias medidas que afectarían a enfermedades zoonósicas, además de otras que están dentro de los controles epidemiológicos de enfermedades de control oficial a nivel internacional, y reitera que “cualquier medida que se adopte en este ámbito debe hacerse desde el criterio científico y en defensa de la salud de los animales, de las personas y del medio ambiente para seguridad de la sociedad en su conjunto y, particularmente, de los consumidores”.
Por último, el presidente de la OCV, que solicita al ministro una reunión para abordar estos asuntos, hace referencia a los problemas originados en las Declaraciones Veterinarias Responsables y las medidas que algunos países, como China, están adoptando al respecto del control de enfermedades como el PIR, “cuestión en la que esta Organización considera que cualquier decisión al respecto debería tomarse con el consenso de la profesión veterinaria”.