Miles de personas acudieron a presenciar la procesión del Domingo de Ramos, más conocida como la de la Borriquilla, que acabó con un susto tremendo, al partirse la rampa de acceso a la Catedral nueva.
El accidente se produjo al final de la procesión, cuando la imagen subía la rampa de acceso a la Catedral nueva y se partió debido al peso. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños físicos ni materiales, según reconoce la Hermandad Jesús Amigo de los Niños. La imagen superó el bache gracias al empuje de los hermanos que también consiguieron salir ilesos del percance. Algunos ciudadanos se quejaban de la rapidez que se dieron los operarios municipales para retirar la rampa hecha añicos y devolverlo todo a la normalidad, y la poca previsión que se tuvo al colocar una rampa que no resistió el paso de la imagen de la Borriquilla.
Finalizaba de este modo una de las citas importantes de la Semana Santa Salmantina, que un año más tuvo el respaldo masivo de turistas y salmantinos, que se agolparon a lo largo del recorrido procesional.
La procesión salió de la Catedral, entró en Libreros para pasar ante la fachada de la Universidad, bajó por Meléndez hasta el Corrillo para entrar en la Plaza Mayor y desde allí regresar por la Rúa hasta la Catedral.
Un gentío impresionante jaleó y fotografió la imagen de la Borriquilla en cada momento del recorrido bajo un sol intenso.
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