Mario García Romo no podía ocultar su decepción después de haber quedado eliminado en la primera ronda de los Juegos Olímpicos de París tras ser 11º en la repesca de los 1.500 metros. “Me ha faltado el último 300 como me ha faltado todo el último año, no sé por qué, he entrenado mejor que los dos últimos años y es un momento duro porque llevaba con este objetivo en mente durante mucho tiempo”, explicaba tras la carrera.
Jorge A. Macía / ICAL. El finalista en los dos últimos Campeonatos del Mundo señalaba sentirlo especialmente “porque quería representar a España lo mejor posible, por mi familia, por todo el mundo, yo era de los que estaba en el sillón viendo el atletismo y quería que los españoles dieran un salto, no poder hacerlo es duro y quiero pedir disculpas aunque sé que no le debo nada a nadie, pero cuando me pongo esta camiseta quiero hacerlo lo mejor posible y no he estado bien”.
Reconoció García Romo vivir un momento “frustrante” que trata de gestionar “con la mejor mentalidad, centrándome en entrenar lo mejor posible, simplemente a veces los resultados no salen y el atletismo no son matemáticas, puedes entrenar mejor que nunca y no demostrarlo”, esperando ahora “centrarme en lo siguiente, intentaré descansar y sacar cosas positivas que seguro que las hay para intentar tener otra vez la oportunidad de representar a España y hacerlo mejor”.
