Este martes se estaba culminando el llenado del estanque de los patos de La Alamedilla, tras más de un mes en el destierro debido al mal estado del agua, que desprendía olores fétidos.
Ahora los aledaños siguen desprendiendo malos olores por las heces de los pájaros que lo invaden todo, pero, al menos, los patos tendrán agua limpia para seguir con la vida que les ha tocado llevar.
O los que hayan sobrevivido, porque como hayan estado en el estanque del parque de los Jesuitas, pueden resentirse.
Además de limpiar el estanque se ha aprovechado la ocasión para cambiar los filtros para garantizar un mejor tratamiento del agua y que dure más tiempo en condiciones adecuadas, tanto para los patos que viven en él como para los usuarios del parque y vecinos de la zona que verán mitigados los malos olores.