Estamos de fiesta en Salamanca y se nota. Hemos bajado a la Plaza Mayor a ver y a que nos vean, que la Virgen de la Vega solo se celebra una vez al año. Había ambiente, y del bueno, este domingo en la capital. Se veían cuadrillas de amigos y familias enteras, me refiero a abuelos, nietos, hijos, sobrinos y tíos. Imágenes de fiesta grande. Bonito que Salamanca, aunque sea por un día, no pierda ese punto cercano y de saludo que tenemos en los pueblos pequeños. Hemos sacado nuestras mejores galas, nos hemos perfuma y saludamos con una sonrisa a todo el que tenemos al lado.
Ese buen ambiente también se vivió en el ágape al que invitó el Ayuntamiento en el Centro Internacional del Español, para que todos nos entendamos, en el antiguo Banco de España, en la plaza de los Bandos.
Los más madrugadores, los charros y charras que hicieron tiempo bailando jotas al son de la gaita, el tamboril y las castañuelas. Además, realizaron el paseíllo a los invitados al aperitivo mientras subían los escalones del edificio. Muy colorido.
En el interior, más saludos, parabienes y preguntar por las vacaciones. Es lo que toca al caer las fiestas patronales a primeros de septiembre. Mucho más entretenida esta charla, ¡dónde vas a parar! que las macro-conversaciones del resto del año, las que se olvida de la ciudadanía.
El moreno le sienta muy bien a todo el mundo y la relajación mejor todavía. Vimos al alcalde Carlos García Carbayo tranquilo y elegante con traje azul y corbata de puntitos, muy original dentro de su característica discreción. Su mujer, Mamen Delgado, lució un colorido y favorecedor vestido en color naranja y estampado diluido en tonos que iban del amarillo al morados. Complementó el conjunto con unos zapatos enrejados dorados.
Siguiendo con la bancada del PP, Almudena Parres, fiel a su estilo, apostó a una combinación ganadora y original, la falda midi fluida y una original camisa blanca repleta de lazos. Completó el conjunto con unas sandalias plateadas. Su compañera Myriam Rodríguez eligió un vestido con drapeada en un costado en color fucsia que realzaba su figura y sandalias doradas. Ambas optaron por llevar su melena suelta. Elegante también lució Carmen Seguín con un vestido verde oliva y un original tocado en su peinado. La vimos en amigable conversación con la senadora Esther del Brío que acudió al convite con un colorido vestido de estampados geométricos.
Sin dejar el Partido Popular, la diputada nacional María Jesús Moro, cuyo estilo es muy Ángela Merkel. Y, por lo visto es igual de laboriosa en el Congreso de los Diputados que la ex líder alemana.
También aplicada y simpática es nuestra actual subdelegada del Gobierno, Rosa López. Siempre con ese punto de originalidad a la hora de elegir su vestuario. En esta ocasión, se decantó por un conjunto de varias piezas, donde deja ver su personalidad atrevida.
Sus compañeras socialistas también pusieron la nota de color. Elvira Sánchez lo apostó todo al rojo y ganó. El escote de su vestido era muy original. Por su parte, María Sánchez optó por un vestido de escote asimétrico. Ella arriesga en sus elecciones, sabiendo que lo que escoge le sienta bien. María García fue de las pocas que prefirió lucir un dos piezas de pantalón en tono crudo. Su porte otorga a este conjunto un aire muy femenino.
María Jesús Santa María se decantó por un vestido color mostaza que realzaba su tono de piel y María del Mar Fuentes escogió el vestido más veraniego del evento. Floreado y de escote a pico, lo complementó con una americana blanca. Y para terminar el grupo socialistas, la procuradora Rosa Rubio vistió un traje de encaje en blanco que acompañó con una chaqueta de ganchillo, pura tendencia, en negro.
Los caballeros dan menos juego a la hora de describir sus trajes, que suelen ser oscuros y con corbatas donde arriesgan muy poco. Dos excepciones a esta norma, el actor José Antonio Sayagués que eligió una chaqueta de cuatros muy original, y Marce Muñoz, secretario de UGT que fiel a su estilo, se decanta por trajes fluidos. Mención aparte merece el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que se sabe en casa cuando está en Salamanca y no para de saludar al personal. Eso sí, traje oscuro. En este repaso, los militares iban con sus uniformes. Sería muy divertido que esa mitad de la población fuera más atrevida.
Y parafraseando a Serrat, vamos terminando la columna, que arriba en Los Bandos se acabó la fiesta.
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