Es evidente que si algo escasea en esta ciudad, especialmente en el centro, es el espacio verde, amplio… donde poder descansar de tanto granito, adoquines, hormigón y asfalto. Esto no se soluciona con jardineras ni tiestos colgantes.
«Son escasos y encima por cualquier motivo se cierran al publico, pues mal vamos», denuncian los vecinos al ver parques vallados.
Manifiestan que cuando el Ayuntamiento ‘ocupa’ la Plaza Mayor con «alguno de sus numeritos» tipo Nochevieja Universitaria o conciertos de Ferias y Fiestas, «lo primero que hace es vallar el pequeño parque de la plaza de Colon e impedir su acceso a los ciudadanos, porque, se dice, se evita así el que los jóvenes hagan botellones en el. O sea, que se aplica el dicho: ‘muerto el perro se acabó la rabia’”.
Los días siguen siendo calurosos, y si al final de la tarde se quiere buscar ese recinto para refrescarse, descansar, o hacer unos ejercicios en esas maquinas que, con buen acierto, se han instalado. «Resulta que no, que hay que salir a la calle, pero a las terrazas, a las casetas a tragarse la música a todo volumen, a oler la grasa de la panceta -sin duda mas agradable que la procedente de las fabricas que las tratan, y que de vez en cuando orientan su aroma hacia la ciudad- y, ¿qué se puede hacer? pues aguantarse con la que la autoridad dispone, que para eso está la Democracia», concluyen los vecinos del centro.
