La iglesia de San Martín, en la plaza del Corrillo, se construyó sobre una ermita dedicada a San Pedro en el siglo XII, concretamente en el año 1103 por iniciativa del conde Martín Fernández, en el barrio de los Toresanos.
Para más señas históricas artísticas, este templo románico es el de mayor interés después de la catedral vieja. Y su ventana Barroca sangran. Sangra de verdad, porque es increíble que dejen que se deshaga su estructura, que los camiones de reparto choquen contra ella. La iglesia de San Martín y todo el conjunto monumental no es solo de Salamanca y sus gentes, es Patrimonio de la Humanidad. Los salmantinos tenemos el privilegio de ver sus monumentos todos los días, pero son mundo entero.
Salamanca cuida poco su patrimonio. El Código Penal concede una especial protección a los bienes que conforman el patrimonio histórico. «Por eso, se establece un capítulo específico para castigar los delitos que se cometen contra estos bienes. Pero, ?qué delitos son estos y cómo se castigan? Hasta cuando señor alcalde», preguntan e interpela Chenche Martín Galeano, líder de Por Salamanca.
La capilla de poniente, es la ventana que tanto maltratan, dedicada antes a la Virgen de las Angustias y ahora a la del Carmen, se resolvió con cúpula sobre pechinas y transparente volado hacia la calle. En origen, hacia 1695, fue fundada por el mercader de paños Juan Muñoz del Castillo y su mujer María de la Cruz Guerra, quienes en 1686 habían patrocinado la Capilla de Música; la obra actual parece ser del año 1723.
8 comentarios en «Fotodenunica. La ‘sangre’ de San Martín»
Es una auténtica pena y desvergüenza lo que está sucediendo en esta ciudad convertida en comedero al aire libre. Las camionetas y otros vehículos de reparto acceden sin mucho control por todo el recinto histórico y el ayuntamiento no adopta medidas que eviten el continuo rocede contra las nobles paredes de nuestros monumentos.
Si, es una verdadera pena que no cuiden de esta ciudad y sus maravillosos monumentos. Aquí solo importa la hostelería, bueno, determinada hostelería.
Es como meter la zorra en el gallinero. No van a procurar evitar el deterioro monumental quienes lo provocan con los conciertos en el primer monumento de la ciudad.
Hay monumentos por toda la ciudad que no sangran, orinan, el olor a pis es insoportable.
Este alcalde es un obseso de las terrazas lo demás le importa un pimiento
Este alcalde es un obseso de las terrazas lo demás le importa un pimiento
Este Alcalde es un obseso de las terrazas y lo demás le importa un pimiento
Recibimos una gran herencia y la estamos dilapidando. No merecemos ser llamados hijos de esta tierra. Quienes mandan por vagos y quienes les votan, por es estómagos agradecidos