Doña Sofía debe de estar muy orgullosa de su nieta, la Princesa Leonor, no porque hable multitud de idiomas, que también; no porque se desenvuelva en el escenario con un discurso preparado y adecuado para su edad, por supuesto; no porque acuda a actos en solitario; estupendo… Doña Sofía estará muy orgullosa de su nieta, porque al igual que ella, ha encontrado su propio estilo: el traje de pantalón. No porque la reina Sofía lo luzca, que lo hace, es que la reina emérita siempre ha seguido una línea, incluso ahora. Y le queda bien.
No podemos decir lo mismo de la reina Letizia, lleva dos décadas en la Casa Real y todavía no se ha enterado que no es una alfombra roja, que ella no es una actriz de Hollywood y que los premios Princesa de Asturias nada tienen que ver con los Óscar o los Goya, salvo el premio a toda una carrera cinematográfica, porque los Princesa de Asturias se dan a una vida, una profesión, una trayectoria,… no a un reparto. Letizia parece que siempre está esperando a ser nominada y premiada. Da la sensación de que se viste para poder recoger el galardón.
Más o menos, siempre que acude a su tierra, va impresionante. Tanto es así, que eclipsa a la verdadera protagonista, su hija Leonor. Grace Kelly recogió un Oscar a la mejor interpretación y luego estuvo nominada de por vida como princesa de Mónaco. Quizá representó ese papel hasta que murió. Letizia se pone delante de las cámaras, pero ya no da noticias. La noticia es ella.
Da la sensación de que no ha encontrado todavía la ubicación en su nuevo puesto de trabajo. Solo así se puede explicar que luzca un vestidazo de Carolina Herrera el día grande de los Princesa de Asturias y la noche anterior llevara uno alquilado. Es una mujer llena de contradicciones. Y como se ha visto, son válidas las dos opciones, pero en ella parecen impostadas, chirrían.
Por lo que, doña Sofía debe de estar muy feliz al ver que el traje de chaqueta y pantalón hacen que su nieta esté impresionante. Quizá abuela y nieta compartan la próxima portada de Hola, porque a la biblia del corazón le gusta poco la reina Letizia.