El aristócrata Enrique Ortiz, conde de Donadío de Casasola y padre de Bertín Osborne, moría el pasado 18 de octubre a los 96 años de edad. Ahora, la revista Lecturas ha desvelado la suculenta herencia que Ortiz ha dejado a sus hijos.
Por un lado, el título nobiliario pasará a manos de Bertín Osborne, quien se convertirá a partir de ahora el octavo conde de Donadío de Casasola. Más allá de esto, Enrique Ortiz ha dejado un importante patrimonio que, presumiblemente, pasará a manos de sus hijos: Bertín, Teresa, Marta y Mari Luz.
Según la información de la revista, Ortiz poseía un piso de 237m? en el paso de la Habana, en pleno centro de Madrid, cuyo valor podría alcanzar los 2 millones de euros, lo que ha hecho que la publicación lo califique como la “joya de la corona”.
Además, el patriarca de los Ortiz estaba al frente de tres empresas. Por un lado, Oficina de Gestión y Promoción de Inversiones SA, dedicada a la compraventa de bienes inmuebles y valorada en sus cuentas de 2023 en 820.000 euros. Otra es CS Osborne, dedicada al sector de los seguros y que en 2023 estaba valorada en 243.000 euros. La última de ellas es Prestaciones Sociales Salinas Blancas SL, cuyo activo actual asciende a 243.000 euros.