Homenaje a los represalidados del franquismo

Música, poemas, historias, recuerdos, enumeraciones y reivindicaciones en el monumento a los caídos por la represión franquista

El silencio del cementerio de Salamanca se quebró con el sonido de las notas de la obra que creo John Williams para la película La Lista de Schindler interpretada por Alicia.

Así, comenzó la conmemoración por el 83 aniversario de la proclamación de la II República organizado por la Asociación Salamanca Memoria y Justicia que reunió a un centenar de personas que recordaron a los que sufrieron la represión del franquismo durante la Guerra Civil y la dictadura.

Este año, Álvaro Antolín de las Juventudes Socialistas recorderon a Desiderio, Francisco, José, Juan Francisco, Teodoro, José María, Luciano,… jóvenes que pertenecían a las Juventudes Socialistas en 1936 y que vieron segada su vida por ello. “Eran estudiantes, jornaleros, zapateros,… Tenían entre 18 y 25 años. De estos que mencionamos se sabe dónde están, pero hay otros muchos que están enterrados en cunetas y no pueden quedarse allí”.

[pull_quote_left]El franquismo fue un infierno para nosotros[/pull_quote_left]El movimiento Iguales, lesbianas, gais, bisexuales y transexuales, también habló de la represión que vivieron los homosexuales. “Ellos encarcelados y ellas en un manicomio, porque no se podía pensar que una mujer podía amar a otra, sólo era comprensible si estaba loca”. La Ley de Vagos y Maleantes de 1945 convirtió a los homosexuales en demonios. “El franquismo fue un infierno para nosotros”, señaló Ignacio Paredero, de LGTB.

El recuerdo a los periodistas lo realizó Nacho Francia. “José Sánchez Gómez, ‘El Timbalero’, redactor jefe de El Adelanto. Frecuentaba a Filiberto Villalobos y a Unamuno. Alguien lo denunció porque no le gustaban sus crónicas taurinas y murió fusilado. Él no estaba en Salamanca el 1 de abril de 1939”.

También sufrieron la represión por ser periodistas Rufino Aguirre o Gabriel Hernández, cuyo pseudónimo era Javier de Montillana. Y por otro lado, Mariano Núñez, el propietario de El Adelanto, murió de rabia y verguenza por lo que le estaban haciendo a su periódico.

Isidro Rodríguez, diputado socialista, recordó a los alcaldes y concejales que murieron a manos de los sublevados. “En Salamanca y su provincia no hubo levantamientos violentos, pero la represión fue brutal. Asesinaron a 700 personas, sin contar los que mataron los falangistas que fueron muy crueles”.

[pull_quote_left]En Salamanca y su provincia no hubo levantamientos violentos, pero la represión fue brutal[/pull_quote_left]El secretario provincial de UGT en Salamanca habló de los 368 compañeros que fueron detenidos por distintas causas. “Uno de ellos fue condenado porque presuntamente había manchado la placa de la calle del Generalísimo. Los dirigentes de los sindicatos fueron encarcelados y luego fusilados”.

Las mujeres no son un colectivo, representan a la mitad de la población, pero también sufrieron la represión por sus ideas. “Fueron detenidas, violadas, fusiladas y sus hijos dados a los verdugos o entregados a centros. Las que salían de la cárcel se encontraban con que no tenían nada y no podían hacer nada. Algunas se marcharon y se encontraron con otra guerra”, explicó Mónica de Quevedo desde la Asociación Salamanca Memoria y Justicia.

Santiago López puso voz a los maestros, profesores y catedráticos que perdieron la vida o fueron destituidos de sus cargos por ir contra el régimen. “La Universidad se quedó desmochada, porque se fueron los mejores”.

Y por último, la Asociación leyó un comunicado donde ponían de manifiesto que nadie en las altas esferas considera que se deba verdad, justicia y reparación a personas como las que acudieron al homenaje. “Muchos hijos van muriendo sin haber sido nunca escuchados, ni siquiera por nuestros estamentos judiciales. Y, ese sentimiento profundo se va gangrenando y nos hace una sociedad menos justa y difícilmente democrática”.

Se leyeron poemas, se realizó la ofrenda floral y el violín de Alicia volvió a sonar.

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