Muere Luis Froufe Carlos, miembro de una de las familias más represaliadas de Salamanca

La Asociación Salamanca Memoria y Justicia lamenta el fallecimiento de «nuestro amigo y compañero» Luis Froufe Carlos, miembro de una de las familias más represaliadas de Salamanca.

«Ayer 29 de diciembre falleció en Madrid nuestro compañero y amigo Luis Froufe Carlos rodeado de sus seres queridos, su esposa Celina y su hija Elena», dice la asociación.

El Golpe de Estado del 36 llegó cuando él solo contaba con 9 años. De los 10 hijos que tuvieron Hipólito Froufe e Isabel Carlos, 7 de ellos pasaron por la cárcel y dos fueron víctimas mortales.

Su padre, Hipólito Froufe, también fue fusilado en El Ferrol. «Luis fue un hombre bueno, con todas las acepciones que lleva la palabra», señala la asociación.

Recuerda que él mismo estuvo en la cárcel de Salamanca por tirar unos panfletos desde la torre de la Catedral, y cuando fue detenido y a pesar de que había sido un grupo el que había hecho esa tirada, el solo asumió la culpa.

«Es prácticamente imposible en unas líneas, describir todas las cualidades de Luis, su lucha por la reivindicación de la memoria de los represaliados y también de todos aquellos que tuvieron la desgracia de vivir situaciones similares a la suya. En esta ciudad de Salamanca, donde no hubo guerra, pero sí asesinatos, inició su andadura por la vida. Una vida llena de tragedias pero que nunca consiguieron que perdiera su sencillez y afabilidad», prosigue.

Teniendo siempre en mente las enseñanzas de sus hermanos «y, sobre todo, las de Agustín, que le inició en la enseñanza de la vida y que pudimos conocer a través del testimonio que nos dio en el acto celebrado en el Centro Documental de la Memoria Histórica, ‘Memoria Viva’”.

«Alumno de Instituto cuando realizó la suelta de panfletos ya desde ese momento dio prueba de su gran valentía y compromiso. Después pasó a la Universidad de Salamanca donde hizo la carrera de Química, investigador en el CSIC, y siempre con ese compromiso político de lucha por la Justicia que nunca le abandonará. Mostró siempre su solidaridad con la Revolución y la Cuba socialista, durante años fue presidente de la Asociación Hispano-Cubana “Bartolomé de las Casas”, fue distinguido con la Medalla de la Amistad por el Consejo de Estado de la República de Cuba. A pesar de no vivir en Salamanca, siempre la llevó en su recuerdo y en su corazón», señala.

Y culmina así el obituario:

«Amigo de intelectuales e investigadores que le admiraron y respetaron. Fue todo un ejemplo para los que tuvimos el honor de conocerle y disfrutar de su compañía y sus enseñanzas. Su generosidad no tenía limites, siempre estaba donde se le necesitaba. Ahora más que nunca, es necesario el ejemplo de su vida y su lucha por la justicia.

Solo deseamos que, desde allí, donde este, siga siendo para nosotros la fuerza en nuestra lucha por reivindicar la Memoria y la Justicia para los que nunca la tuvieron.

Siempre en nuestro corazón.

¡Gracias, Luis!»