La Consejería de Sanidad reducirá de dos a una dosis la pauta de administración de la vacuna para prevenir el virus del papiloma humano (VPH), y mantendrá la edad de la dispensación de este suero tanto en niños como en niñas a los 12 años de edad. La previsión es que la medida se adopte a lo largo del primer trimestre de este año, cuando vea la luz la orden anual que regula el calendario de vacunaciones e inmunizaciones sistemáticas a lo largo de la vida, según ha podido saber Ical.
S. Calleja / ICAL. Con este paso, Castilla y León seguirá las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la propia Ponencia de Vacunas que, tras la revisión de los resultados de estrategias de vacunación con una dosis y la evolución en los países del entorno, considera que parece aconsejable adoptar este cambio junto a otras estrategias de captación en la próxima revisión anual del calendario de vacunación a lo largo de toda la vida. No obstante, la Comunidad continuará midiendo las coberturas, los programas de cribado de cáncer de cérvix y de los registros de tumores por si, en un momento dado, fuera necesario cambiar la estrategia.
De hecho, hace dos años Castilla y León se sumó a Cataluña, que fue la que dio el primer paso, para incluir la vacuna en el curso escolar 2022-2023, para proteger a los niños varones de sexto de Primaria, que son los que tienen entre once y doce años, y a los que el virus puede causar cáncer anal, oreofaríngeo y de pene, pero también para reducir el desarrollo de la enfermedad en las niñas en cerca de un 30 por ciento.
A día de hoy, las tasas de vacunación del virus del papiloma humano (VPH), que es el que causa cáncer de cuello de útero, han caído año a año desde que a principios de 2019 la Consejería de Sanidad decidiera sacar de los colegios los programas de captación de las niñas y continuar con la medida, pero de manera sistemática, como ocurre con el resto de vacunas.
En 2008, el seguimiento llegó al 97,57 por ciento, cuando en aquel momento se administraban tres dosis. Al cierre de 2021 fue del 78,67 por ciento, algo que no se puede achacar al Covid-19, ya que en el año de explosión de la pandemia, 2020, se alcanzaron coberturas del 86,56 por ciento. En 2019, cuando la campaña abandonó los centros educativos, el dato cayó ya al 88,03 por ciento, cifras que no se habían alcanzado en ninguno de los ejercicios precedentes. Tanto 2022 como 2023, los dos últimos cerrados, levantaron algo el vuelo, con coberturas del 81,12 y del 82,59 por ciento.
Este virus suele adquirirse por transmisión sexual y presenta mayor tasa entre población joven, en especial entre las edades de inicio de las relaciones sexuales, entre los 15 y los 25 años, y su prevalencia aumenta a mayor cantidad de parejas. En un principio la vacuna nació dirigida a las niñas. Hoy, la caída de las coberturas pueden achacarse al olvido de los progenitores más que a la desconfianza, ya que se produce en un contexto de demanda de estos sueros.
Además de en niños de 12 años, el Programa de Vacunaciones de la Consejería de Sanidad oferta esta vacunación gratuita para todas las mujeres nacidas a partir de 1994 no vacunadas con anterioridad y también en determinados grupos, tales como personas no vacunadas con determinadas situaciones de riesgo, tales como prostitución; hombres que tienen sexo con hombres, hasta los 25 años, incluidos, así como personas con inmunodeficiencia primaria; infección por VIH: trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos, y cualquiera que haya recibido un tratamiento de lesión intraepitelial de alto grado en cérvix.