Silvestre Sánchez Sierra es uno de los empresarios salmantinos que hace patria. Ama Salamanca, ama su tierra. Tanto es así, que su restaurante en Barcelona se llama Salamanca o La Barca de Salamanca. Por cierto, por sus salones ha pasado lo más granado de los futbolistas del Barcelona.
Además, supo ver antes que nadie que los productos ibéricos de Guijuelo iban a triunfar en Cataluña, como así fue, por lo que se ‘comió’ al exquisito comensal catalán dándole lo mejor de nuestra tierra.
Al margen de sus establecimientos en Salamanca, el mítico Pato Rojo también lleva su sello.
Salamanca también quiere a Silvestre Sánchez Sierra. Fue pregonero de las Ferias y Fiestas de la capital en 2007; en 2010 recibió la Medalla de Oro Salamanca; en 2022 fue el encargado de realizar el encendido del recinto de las Ferias en La Aldehuela y es frecuente verlo todos los años en el tendido de La Glorieta presenciando alguna corrida durante la feria.
Su pueblo, Aldearrodrigo, lo homenajeó poniéndole su nombre a una calle.
¡Bravo Silvestre! De cangrejo de rio pasaste a centollo.
Esta es la visión de nuestro artista Chema Martín, de la academia Cibeles, en la calle Rosario, 32, Salamanca.