Diego González estudia el Grado en Diseño con Diploma en Gráfico y Multimedia en la Universidad Francisco de Vitoria y está realizando el TFG sobre el diseño en Salamanca. Durante la charla hablará del potencial que tiene el diseño para asentar y hacer crecer una marca y desmentirá una leyenda urbana sobre la botella de Coca Cola. Al final de la entrevista, el lector puede valorar lo que conoce del diseño a través de una encuesta.
Diego, ¿cuánto gana un negocio si su marca está bien enfocada a lo que quiere contar o vender?
Lo primero que se debe hacer es un plan de estrategia alineado con lo que busca la marca, negocio o empresa y, a partir de aquí, si se sientan unas bases en estrategia, donde estaría incluido el tema de diseño, porque hay pensar que esto a la larga es una inversión, no un gasto, que es como se suele ver el trabajo del diseñador en algunos casos. No es hacer un dibujito que quede bien, el diseño tiene un trasfondo detrás y a la larga ayuda mucho a la hora de afianzar la marca.
No se debería dejar el diseño a un ‘cuñado’ que dibuja bien…
(Risas) Efectivamente. Hay que buscar un perfil de diseñador, que no suele estar muy valorado. Realmente las grandes marcas invierten una gran cantidad de su presupuesto en diseño y en estrategia.
Ahí tenemos el refresco que pronto cumplirá 120 años. ¿Cree que hubiera vendido tanto si no hubiera tenido un buen diseño y una buena campaña detrás?
Coca Cola es la empresa que más invierte en publicada de todo el mundo, a pesar de que ya es una marca consagrada a nivel planetario. Y, sigue estudiando la manera de actualizar su diseño y realizando grandes campañas. Tengo la filosofía de que con una buena marca y un logotipo bonito no vas a ninguna parte si no sabes cómo aplicarlos.
También hay que tener un buen producto.
Va de la mano. Pero, ayuda mucho el tema visual para acompañar a ese producto durante toda la vida. Si tienes un buen producto y no lo expones al público, se queda ahí.
¿Cada marca tiene un soporte publicitario -radio, redes, internet, periódicos, televisión, plataformas- o hay que estar en todas?
Hay que hacer un estudio de mercado para saber dónde posicionar tu marca y quiénes van a ser los competidores que te van a rodear. Hoy en día, lo que buscan las marcas es ser diferentes a los de al lado y que tenga un estilo propio. Si el objetivo es llegar al máximo de personas posibles, independientemente de si compran o no el producto, el tema de redes es muy importante. Si quieres un público más fiel, quizá no son tan necesarias las redes. Tiene que ver con la estrategia que diseñes para vender la marca y cómo entiende el empresario al cliente.
¿Cómo está España en diseño?
Poco a poco se está valorando más el diseño. Muchos diseñadores y agentes están poniendo en valor el tema del diseño. Creo que no se ha valorado porque no se conoce el trabajo de los profesionales. España, con relación al resto de Europa, está con años de retraso.
Para usted, ¿cuál es la capital del diseño europea?
Berlín, Londres… Ahí se valoran mucho a los profesionales del diseño. Quizá por ello, muchos diseñadores españoles se vayan. Como estudiante tengo muchos compañeros que ya directamente se quieren marchar fuera. Es un poco triste, porque estaría bien que aquí se invirtiera en diseño y así seríamos un país referente, porque hay grandes nombres de diseñadores españoles.

Una curiosidad. ¿Cómo son los ‘Vítor’ salmantinos en cuanto a diseño que son del siglo XV?
Son muy interesantes. Diseño puro. Tienen una estética detrás, no es solo un arte abstracto, tenían su función, su idea y se realizaban por algo, para mostrar el éxito académico. Es una parte muy bonita de la que sacar un montón de herramientas e influencias. Lo veo muy interesante.
Tocamos el cielo en diseño en el siglo XV con el Vítor.
(Risas) La verdad es que sí. Hemos pasado de tener una base muy bonita cultural y visual a ir por lo fácil, la vía rápida… Podemos entender que no destinen presupuesto a la parte visual en su negocio, tienen un público marcado y les da igual el tema visual, pero sí que encontramos un montón de rótulos en calles preciosas que no acompañan a esa belleza que se proyecta en las calles. Es un choque que, como diseñador, me llama la atención. Creo que es un tema de cultura visual y de valorar esos lugares y cómo integrarlos.
¿Eso no significaría que se tuviera que ‘uniformar’ a los negocios del casco histórico?
Al ser Patrimonio de la Humanidad, cada marca tiene sus objetivos, valores, entidad verbal y visual y no debemos alejar la marca de su estrategia. Sí que es verdad que para que la integración sea buena y acorde al lugar dónde está ubicada, como puede ser el Casco Histórica, tendrá unas normas. Por ejemplo al tamaño del logotipo, del rótulo… quizá en vez de un logotipo que sea de varios colores, hacerlo monocromático, pero sin alejarlo de sus valores, porque un color se elige por una razón.
¿A ustedes esas normas les facilita el trabajo o se lo complica?
En mi caso, molesta.
¿Cómo llegó al diseño?
Un día vi un vídeo sobre diseño y a partir de ahí, comencé a interesarme. Tuve que irme fuera a estudiar, porque aquí no encontré lo que buscaba, hay carreras con alguna asignatura de diseño, pero no una formación completa sobre diseño.
Diego, ¿todo lo que nos rodea tiene diseño?
Sí. Todo tiene una función y una intención detrás. Todo ha sido estudiado.
Para usted, ¿quién o quiénes son los top del diseño?
Un referente a nivel internacional, Raymond Loewy, fue el creador de la marca Shell o de la botella de Coca Cola. A nivel industrial me parece increíble, de cómo una simple botella puede diferenciar una marca tan rápidamente…
Desmienta o confirme… ¿No es verdad que se vea a una mujer desnuda?
Eso es una leyenda urbana. Tiene una forma única.
Y, ¿español?
He tenido la suerte de recibir clases de Pepe Cruz, hijo de José María Cruz Novillo. Fue increíble, asentó las bases del diseño en España en los años 70 y 80. Es el creador de los logos de Repsol, PSOE, Correos, para mí uno de mis logotipos favoritos,… Es muy bonito lo que hacen a través de la geometría.