Opinión

Esperando la siguiente pandemia

Jose Vicente / ICAL. Campaña de test de antígenos para diagnóstico de la Covid -19. ARCHIVO.

Pronto va a hacer cinco años desde que el Gobierno decretó el primer estado de alarma y el confinamiento que duró más de tres meses a causa de la Covid-19. El primer fallecimiento había ocurrido el 13 de febrero anterior y el dos de abril siguiente hubo el mayor número de muertes por la epidemia (950). El segundo estado de alarma, iniciado en octubre de 2020, duró 196 días. Al final los fallecidos superaron los 117.000 en España, siendo así la epidemia más grave desde la mal llamada ‘gripe española’ de 1918-1920, que se llevó por delante aquí a unas 260.000 personas y que fue, según Jordi Maluquer, «la primera auténtica pandemia universal y la más grande jamás conocida».

Todos tenemos vivo el recuerdo de la Covid y aún hoy sigue habiendo casos. Pero conviene además reflexionar sobre ella. El profesor Guillermo Castán hace una exhaustiva revisión de unos treinta artículos sobre el tema publicados en el blog Conversación sobre historia. En conjunto ofrecen un estado de la cuestión bastante completo, incluyendo los antecedentes históricos, desde las pestes medievales hasta el Sida y el Ébola; las medidas de prevención que se fueron arbitrando sobre la marcha (pues inicialmente no se conocía el agente causante); las reacciones de pánico y malestar social; las diversas respuestas políticas y la avalancha de fake news y demás basura mediática que contribuyó a agravar la situación, propiciando conductas irracionales. Como las del presidente Trump, quien empezó negando las evidencias de la pandemia y luego sugirió inyectar «desinfectante» para combatirla. (En esa línea, ahora ha puesto a un negacionista a cargo de la sanidad en su país).

En el artículo no faltan las reflexiones más generales, como la idea de que «la ruptura de los equilibrios milenarios abre la puerta a modificaciones esenciales en los nichos ecológicos y (…) a que microorganismos residentes en ellos salten a otros seres vivos y al ser humano, cuyo sistema inmunológico no está preparado para hacerles frente». Quiere decirse que los desarreglos climáticos y medioambientales pueden estar incubando nuevas amenazas víricas. De hecho, la gripe aviar ha obligado a sacrificar millones de gallinas en EE.UU., donde hay al menos 70 humanos afectados (si bien la enfermedad no es contagiosa entre estos).

Otra amenaza inquietante podría estar gestándose en el Ártico, donde el calentamiento global, allí acentuado, viene provocando el deshielo desde hace años. Si hasta ahora se prestaba más a tención a patógenos tropicales (Ébola, dengue o Zika), ahora se ve con alarma que desde el círculo Polar puedan extenderse hacia otras latitudes variantes inéditas de la viruela, el ántrax o la gripe, provocados por microbios liberados por la descongelación. Que la zona se abra al tránsito naval a gran escala como pretenden las potencias es posible que contribuya a agravar el problema.

Esperemos que los sistemas públicos de prevención, alerta y control, tanto nacionales como europeos o mundiales, respondan con eficacia en el futuro. Pero si problemas globales requieren respuestas globales, es una desgracia la presencia de líderes como Putin o Trump, que desprecian los acuerdos y entidades multilaterales.  Será un asunto más al que prestar atención en este convulso inicio de 2025.

1 comentario en «Esperando la siguiente pandemia»

  1. El capitalismo salvaje destruirá esta civilización. Su manifestación política la tenemos en estos canallas inhumanos y ********** que nos pastorean sin mover un dedo por nuestra parte. Espero no verlo, soy mayor, por suerte. Amén.

    Responder

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios