CyL afronta una primavera más cálida de lo normal

El invierno ha sido el octavo más cálido desde 1961 con una anomalía térmica positiva de 1,1 grados y con un 20% menos de días de heladas
Dehesa charra. (Archivo)

Después del octavo invierno más cálido desde 1961, con una temperatura media de 5,3 grados, 1,1 grados por encima de la media de los últimos años y con un 20 por ciento menos de días de heladas de lo habitual, Castilla y León afronta una primavera que también se presenta con temperaturas por encima de la media y que, al menos en la zona noroeste de la Comunidad, será seca.

Este pronóstico fue avanzado hoy el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León, Manuel Mora, que, aunque no quiso adelantar una previsión de cara a la Semana Santa, si avanzó que a partir de esta tarde, con la llegada de la borrasca ‘Martinho’, la cuarta que llega a la Península en los últimos 12 días, se registran fuertes rachas de viento, especialmente en zonas de montaña, que mañana darán paso a precipitaciones generalizadas en toda la Comunidad y que podrán ser intensas en Sanabria y en zonas del Sistema Central de Salamanca y Ávila, donde también se han activado los avisos amarillos por deshielo, dado que esta borrasca también provocará un aumento de las temperaturas máximas.

El viernes, según explicó Mora, continuarán las precipitaciones generalizadas con acumulaciones de 40 litros en 12 horas en la Cordillera Cantábrica de León y Palencia, en Sanabria y en puntos del Sistema Central de las provincias de Ávila, Segovia y Salamanca, y para el sábado y el domingo se repetirá el panorama, aunque está previsto un descenso de las temperaturas.

Con respecto al invierno, el delegado de la Aemet calificó de “preocupante” que los últimos siete inviernos hayan sido cálidos o extremadamente cálidos. Por meses, diciembre presentó un comportamiento “normal” con una anomalía térmica 0,3 grados respecto a la media, enero fue “muy cálido”, el cuarto más alto desde 1961, con una temperatura media 1,5 grados por encima de lo habitual, y febrero también presentó una anomalía de 1,7 grados con respecto a los valores normales.

Entre las capitales de provincia, cabe destacar que la temperatura media de Soria en los tres meses -diciembre, enero y febrero- fue de 5,8 grados, 1,7 grados por encima de la media 1991-2020, mientras que en Ávila se situó en 1,5 grados. En todas las ciudades se registraron anomalías positivas. La temperatura máxima más alta registrada en la Comunidad fue de 20,7 grados el día 15 de febrero en Candeleda (Ávila), y la mínima más baja corresponde a Cuéllar (Segovia) el día 15 de enero con 12,4 grados bajo cero.

Respecto a la precipitación, en el trimestre se registró un déficit en torno al 14 por ciento, siendo el balance general de periodo “normal”, aunque con valoraciones mensuales muy dispares.

Así, tras un mes de diciembre “muy seco”, con un déficit en torno al 73 por ciento, llegó un enero “muy húmedo”, con un superávit aproximado del 54 por ciento, y un mes de febrero “normal”, con un déficit en torno al 19 por ciento. En este sentido, Mora se refirió a los efectos de la borrasca ‘Erminia’ y apuntó que el 26 de enero la localidad abulense de Serranillos acumuló 158 litros por metro cuadrado.

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