En Salamanca tenemos “los mejores médicos de familia que podríamos imaginar”, aseguran desde la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP). Sin embargo, las quejas por la atención sanitaria son habituales. ¿Por qué ocurre algo así? Por una inadecuada distribución de los profesionales, como han expuesto en el Colegio Oficial de Médicos de Salamanca. Por ello, proponen una “reestructuración del mapa sanitario” para Salamanca y la provincia» y piden a la Consejería de Sanidad que intervenga para llegar a un “consenso”.
Así lo han planteado este viernes, al tiempo que han advertido de que la atención primaria (AP) “se cae” y las administraciones “no hacen nada por solucionarlo”. Repartir de forma adecuada a los sanitarios, teniendo en cuenta las características de cada zona de salud, es primordial para disminuir “sufrimiento y mortalidad” en la población salmantina, aseguran.
La necesidad de este nuevo mapa sanitario mejoraría el área de salud de Salamanca, donde detectan una “distribución muy desigual” de médicos de AP, con “cupos muy sobrecargados” en las zonas de salud urbana y periurbana y “muy bajos” en las de tipo rural. Por ello, consideran “muy necesario” un nuevo modelo resultante de “transferir recursos” del medio rural al urbano y periurbano.
Su análisis de la situación de la AP en nuestro territorio determina que en Salamanca “hay más médicos por habitante que en el resto del país, pero están mal distribuidos”. En este sentido, los cupos en las urbanas y periurbanas “están muy sobrecargados”, mientras que los de las áreas rurales son “bajos o muy bajos”. Por ello, la asociación en defensa de la Sanidad Pública considera que la Consejería de Sanidad debe “abordar este problema con urgencia para corregir las cargas desiguales de trabajo”, pues “ponen riesgo la calidad y seguridad de atención del paciente”.
Al mismo tiempo, insisten en la necesidad de garantizar el transporte público a demanda para facilitar el acceso a las consultas en las zonas rurales que, en la provincia, se caracterizan por un gran número de municipios muy dispersos.
En cuanto al número adecuado de pacientes que debe atender cada facultativo, explican que “el cupo mínimo de un médico de familia no debe ser inferior a 600 personas, para mantener las competencias y las habilidades clínicas” y garantizar la “buena práctica asistencial”. Así, la reestructuración defiende “la disminución de los cupos médicos bajos de menos de 600 personas y de los cupos altos de más de 1.300”, además de “un aumento de los profesionales en cupos intermedios, comprendidos entre 600 y 1.300 pacientes». Esta fórmula aportaría, según agregan, un mejor servicio gracias a un sistema de guardias que garantizaría “que a cada paciente le atienda su médico”.
Ratio por debajo de la cifra nacional
En el área de salud de Salamanca hay actualmente 299.278 personas con tarjeta sanitaria adscrita a 322 médicos de familia, lo que supone una ratio de 929 pacientes por médico, cifra “muy por debajo de la media en el Sistema Nacional de Salud (SNS), que es de 1.356 por habitante”, detallan.
El presidente y portavoz de la ADSP, Emilio Ramos; el socio de la asociación José Manuel Fernández; y el secretario de la misma, Generoso Gómez, han presentado esta propuesta para un nuevo mapa sanitario. Todos ellos fueron médicos en activo cuando los centros de salud se pusieron en funcionamiento en los años 80, por lo que conocen a fondo las características y necesidades del servicio, como han puesto de manifiesto.
El documento completo con el estudio y los planteamientos de mejora, elaborado por médicos de la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública, se puede consultar en la página web de la agrupación.
