Foto denuncia | La plaza del ‘esguince’ está en Capuchinos

Socavones donde hasta crece la hierba y adoquines que se hunden: que comience la 'aventura'
El suelo de la Plaza de Burgos, en la zona de entrada desde la calle Valles Mineros, está lleno de baches y baldosas inestables o partidas.

‘Plaza de la gincana’ o del ‘esguince de tobillo’, así debería llamarse la Plaza de Burgos, situada en el barrio de Capuchinos, en las inmediaciones del hipermercado Carrefour. El mal estado del adoquinado hace que el trozo de vía, de pocos metros, sea un peligro para cualquiera que camine por allí, en concreto la entrada a la plaza desde la calle Valles Mineros, junto a la parada de autobús, es decir, el punto que da acceso al supermercado o a las pistas polideportivas que allí se encuentran.

Iniciar ese trayecto es como comenzar un ‘juego’ peligroso. La primera habilidad recomendable para salir ileso es saber esquivar los baches que salpican la vía y que causan socavones de todos los tamaños, ya sea por la ausencia de un sola baldosa o por grupos de varias. Y no parecen ser huecos de reciente creación, porque los adoquines que aún quedan rodeando los joyos están fragmentados e incluso en la tierra ha nacido hierba. También hay trozos de adoquines partidos y baldosas levantadas.

Adoquines levantados y baches donde crece la hierba, en la Plaza de Burgos.

Pero, ojo, que viene la segunda parte, puede que incluso más peligrosa, porque la amenaza no se percibe a simple vista. Se trata de las baldosas que se mueven o, más bien, que se hunden y que también están diseminadas por todo el adoquinado.

Baldosas levantadas y más huecos en el adoquinado, junto a la zona ajardinada.

Si a ello le sumamos que, durante la noche, la iluminación es muy escasa, la ‘aventura’ es aún mayor.

Caminar por allí es un riesgo para cualquier vecino, así como inviable para personas con discapacidad visual o que se desplacen en silla de ruedas.

Más allá de las bromas, la foto noticia pretende ser una advertencia para los viandantes y, al mismo tiempo, una reivindicación para el Ayuntamiento de Salamanca. Porque “la ironía es una forma de protesta, una forma de decir que no estoy de acuerdo sin tener que levantar la voz” (Christopher Hitchens, escritor).

No es la única vía pública con obstáculos de estas características. En Pizarrales también hay que cambiar con mucho cuidado y atención por la calle Rodríguez. Y todo se deba su diseño, que es sin duda otro potencial cúmulo de tropezones.

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