Todo aquel que ha paseado por las calles de Salamanca se ha detenido, aunque sea por un instante, frente al imponente edificio del Casino de Salamanca. Su fachada renacentista, enclavada en pleno centro de la ciudad, contrasta con la estética moderna y digital de algunos de los mejores criptocasinos actuales, donde la experiencia de juego se traslada al mundo virtual. Desde hace más de siglo y medio, no obstante, este edificio histórico ha sido pieza clave de la vida social, cultural y política salmantina.?
Orígenes y evolución del Casino de Salamanca
El Casino de Salamanca fue fundado en 1858 como la Sociedad de Recreo. En 1864, se fusionó con el Casino de Recreo, dando origen al actual Casino de Salamanca. Inicialmente, estos establecimientos no se centraban en el juego de azar, sino en actividades como debates, bailes y juegos de mesa. Esta fusión marcó el inicio de una institución que ha perdurado por más de 150 años, adaptándose a los tiempos modernos sin perder su esencia tradicional.
En un principio, el casino se estableció en el último piso del Café Suizo, en la calle Zamora número 2. Este café, desde que abrió sus puertas en 1860, se convirtió en el lugar de reunión de la aristocracia salmantina. La instalación del casino en su planta alta no hizo más que fomentar la aglomeración de las familias de alta cuna en la calle Zamora. Por ello, no hizo falta mucho tiempo para que el casino creciera en número de socios, llegando incluso a recibir a Alfonso XII y siendo lugar de reunión de profesores, comerciantes y ganaderos.
En 1880, el casino se trasladó a su ubicación actual en el número 15 de la misma calle, coincidiendo con un momento en el que enfrentaba cierta crisis económica. Pese a ello, logró superar la mala racha y continuó cumpliendo con su función de sociedad cultural, implicándose en asuntos como la permanencia en España de las islas Carolinas o la dotación a la ciudad de facultades de Ciencias y Medicina.
El Palacio de Figueroa: sede emblemática
El Casino de Salamanca se ubica actualmente en el Palacio de Figueroa, un edificio del siglo XVI. Las fachadas del palacio, situadas en las calles Concejo y Zamora, están declaradas Bien de Interés Cultural. Esta ubicación privilegiada refleja la importancia histórica y cultural de la institución, si bien edificio combina elementos arquitectónicos renacentistas con adaptaciones modernas para satisfacer las necesidades del casino.
El palacio fue construido por Juan Rodríguez de Figueroa y su diseño se atribuye a Rodrigo Gil de Hontañón por su semejanza con otros edificios del arquitecto en Salamanca. En concreto, la portada sigue el mismo diseño que la del palacio de Garci-Grande y el encuadramiento de las ventanas es idéntico al del Palacio Fonseca (La Salina). ?
Un centro cultural y social
Aunque su nombre pueda llevar a imaginar timbas, ruletas y juegos de azar, hablar del Casino de Salamanca es hacerlo de un punto de encuentro para la cultura. Desde sus inicios, fue concebido como una institución orientada al debate, la conversación ilustrada y el intercambio intelectual.
Uno de los personajes más ligados a la vida cultural del Casino fue Miguel de Unamuno, quien asistía con asiduidad a sus tertulias, participando activamente en debates filosóficos, políticos y literarios. Las veladas en el salón noble del Casino reunían a profesores universitarios, escritores y pensadores que discutían sobre los temas de actualidad con la intensidad y pasión propias de la Salamanca de finales del XIX y principios del XX.
Posteriormente, el Casino organizó ciclos de conferencias, conciertos de cámara, exposiciones de arte y hasta funciones teatrales en su sede. Su biblioteca, uno de los grandes tesoros del edificio, albergó durante años publicaciones que no siempre se encontraban fácilmente. A día de hoy, aunque con un perfil más discreto que en sus años dorados, el Casino sigue acogiendo actividades culturales, lecturas y actos institucionales.