[dropcap]P[/dropcap]ara muchos padres resulta difícil hacer comprender a sus hijos pequeños las normas de circulación y, en definitiva, la educación vial.
Los niños empiezan a estudiar en el colegio este tema apoyados por los cursos y demostraciones de la Dirección General de Tráfico e incluso la Policía Local, mostrando de manera agradable y motivadora la lección de contenidos, pero sobre todo la práctica.
Los escolares interiorizan muy bien las señales y ponen en práctica las normas de circulación básicas: Respetan los semáforos, los pasos de cebra, el carril bici, las señales de peligro…
Estos hábitos se hacen imprescindibles a la hora de realizar actividades extraescolares en grupo, ya que facilitan la labor de guardia y custodia del profesorado evitando accidentes y disgustos.
Si estas lecciones que los hijos aprenden se practicaran durante el resto de sus vidas, se evitarían muchos accidentes y sus consecuencias: Traumatismos y fallecimientos.
¿Qué sucede entonces?
Desde mi humilde opinión, los padres, cuando los hijos son pequeños, ponen mucho énfasis en que se respeten las normas, pero en ocasiones son ellos mismos los que las infringen y con ellos de la mano, haciendo caso omiso a las recomendaciones de sus propios hijos.
No se puede predicar con la palabra, si no se cumple con el ejemplo.
Es muy fácil justificar el error con explicaciones como:
– Ya sé que no podemos cruzar en rojo, pero tengo mucha prisa. Hoy no pasa nada.
Recordemos que los padres son los mejores modelos para el aprendizaje de los hijos.
Si deseamos tener personas con buenos conocimientos en Educación Vial y excelentes conductores hay que ser conscientes de esto.
Los viajes y traslados en coche, autobús o cualquier otro medio de comunicación se pueden convertir en oportunidades muy valiosas para que los pequeños aprendan las señales de tráfico de manera divertida, jugando y haciendo el viaje más agradable. Este es un recurso que recomiendo y que si se pone en práctica, los mismos padres se darán cuenta que serán verdaderos instructores de Educación Vial, tan necesaria para la sociedad.
No podemos olvidar que para que un hábito se interiorice bien, hay que practicarlo repetidamente y automatizarlo.
Seamos coherentes respetando las normas con los hijos SIEMPRE.
2 comentarios en «¡Cruzar por el paso de cebra!»
¡Como siempre, fenomenal, Nati! ¡Qué razón tienes, pero que pocos seguimos estos sabios consejos! Claro que también es verdad que hay semáforos pesadísimos, que hacen perder la paciencia del viandante. Otros están colocados en sitios por donde pasan pocos coches. ¡Qué fácil y cómodo es no respetarlos!
Un abrazo, Nati.
Excelente artículo Nati!! como siempre. Además mientras esperamos practiquemos la PACIENCIA y junto con nuestros peques juguemos a contar respiraciones, este ejercicio les ayudará a ellos y a nosotros. Me encanta la imagen yo si cruzo por el paso de cebra!!