Salamanca contaba al finalizar el mes de enero con 33.965 desempleados inscritos en las oficinas del Ecyl, lo que supone un aumento de 168 respecto al mes de diciembre.
El desempleo bajó en construcción (-106) y en el colectivo de sin empleo anterior (-72), mientras que aumentó en los servicios (321) y en menor medida en agricultura y la industria.
La provincia inició el año con más parados y con 992 empleos menos, que es el número de afiliaciones que ha bajado en enero, con lo que el total de cotizantes se queda en 109.346 personas.
Este fuerte descenso del empleo se produce aun a pesar de que en enero hubo 710 contratos más que en diciembre, lo cual denota la temporalidad y precariedad de los trabajos, de forma que una misma persona puede tener varios contratos a lo largo del mes.
Menos cobertura social
En este contexto sigue reduciéndose la cobertura social de los desempleados. De todos los registrados por el Ecyl solo perciben alguna ayuda 14.985 y entre ellos solo 6.471 perciben la prestación contributiva, mientras que el resto cobran un subsidio de 426 euros.
El paro también subió en Castilla y León en 2.018 personas y suman ya 224.869 desempleados, y en España donde hay 4.525.691 parados, 77.980 más que en diciembre.
[quote_box_center]REACCIONES
CCOO: «Si cerrábamos el 2014, calificando este periodo como inasumible y catastrófico desde el punto de vista social y laboral, volvemos a comprobar, ahora en enero de 2015, con peores datos aún, como para nuestra provincia y comunidad autónoma, la recuperación económica está pasando de largo, como se acentúa la destrucción de empleo. Un mes más, sobrecoge la precariedad laboral y la miseria social de Salamanca».
UGT: «A pesar de la inyección de dinero público en la creación de empleo y para el fomento del autoempleo, si las medidas no van acompañadas de acciones complementarias como son la regulación de los salarios a través de la negociación colectiva, el aumento del salario mínimo interprofesional y la lucha contra la economía sumergida, será prácticamente imposible incentivar el consumo interno. Y ello porque estamos en una provincia como Salamanca, totalmente desindustrializada, donde las exportaciones no solo no se consolidan sino que disminuyen».
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