Los salmantinos agotan las cocinas portátiles y compran más transistores tras el apagón

El apagón generalizado del lunes hizo que muchos salmantinos se volvieran previsores en minutos. Saber que no había electricidad en nuestra casa, barrio, ciudad, y tampoco en Portugal y parte de Francia hizo que muchos quisieran adaptarse de forma inmediata a una posible situación de corte de luz a largo plazo. El butano fue una de las opciones que se pusieron sobre la mesa, a falta de suministro eléctrico, para cocinar, como recomienda el kit de supervivencia de la Unión Europea (UE) del que tanto nos reímos y al que empezamos a ver con otros ojos desde el gran apagón. “La gente venía en manadas” a comprar bombonas de butano y cocinas portátiles, cuenta una de las responsables de la agencia de envasado de Repsol Angora Salamanca, Beatriz Delgado.

Ese día no pudo ser puntual en el cierre y se fue a casa una hora más tarde, pues el establecimiento no paró de vender cocinas portátiles, hornillos para enroscar directamente en una bombona y cartuchos de recarga de distintos tamaños, como los de pequeño formato tipo camping.

Y es que “el butano siempre se vende” pero, esa mañana, Beatriz “no daba abasto”. Tanto es así que la mayor parte de los artículos de este tipo estaban agotados este viernes. “Me queda un hornillo, pero lo van a venir a recoger porque está reservado”, explicaba, en referencia a uno que esperaba a su nuevo y precavido propietario sobre el mostrador.

Desde 16 euros en adelante es posible encontrar sistemas para cocinar que funcionan con gas butano en esta tienda de la Avenida Portugal, donde quedan algunas cocinas de camping y están a la espera de que reponer el género en los próximos días.

Algunos proveedores no le han confirmado a Beatriz cuándo le servirán los productos, pero otros le han garantizado que será “la semana que viene”. Si los precios subirán o no es algo aún por determinar, pero está claro que la demanda ha aumentado.

También lo confirma el dueño de Ferretería Josmi, donde las cocinas portátiles alimentadas por butano se acabaron esa mañana. José Ángel Gomez no había tenido tanta demanda de este tipo de artículos en los más de 40 años que lleva dedicado al sector. “No es una cosa que se venda todos los días, la gente ya tiene su vitrocerámica”, relata.

Y por eso, José Ángel tenía pocas unidades, no más de ocho, que se barrieron de repente. “Ahora es el boom, porque nos han dicho que tenemos que comprarlo”, comenta. Su ferretería de barrio, situada en Garrido, también ha despachado más pilas de lo habitual, por lo que solo ofrecía ya algunas variedades en su expositor.

Sus vecinas de negocio, Milar Mayfe, establecimiento especializado en electrodomésticos, confirman que en Salamanca estamos comprando más pilas que antes, e incluso también se han quedado sin existencias de hornillos para cocinar con butano. Los han pedido a sus proveedores, pero desconocen cuándo se los harán llegar y si los precios cambiarán tras la gran demanda. Hasta el momento, los han tenido a la venta a partir de 30 euros.

Radios portátiles

Otro de los productos estrella a raíz del gran apagón y que también forma parte del kit recomendado la UE es el transistor a pilas, de gran utilidad para mantenerse informado a través. Milar Mayfe ha notado un considerable aumento de ventas de este tipo de aparatos, y de hecho tiene una vitrina llena, así como más modelos en el escaparate, al menos “de momento”, apuntan.

Además, aseguran que, pese al aumento de ventas, han mantenido los precios, que rondan los 20-30 euros. “Personas de mediana edad y mayores”, según especifican, son las principales compradoras. Eso sí, en cuanto a las pilas, están tranquilas porque, “cuando se ha acabado alguna, nos las han servido al día siguiente”.