Han tenido que pasar 30 años para que la Junta de Castilla y León fijara la correcta delimitación del jardín histórico El Bosque de Béjar y su Entorno de Protección, decisión acordada por la Consejería de Cultura y publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) este lunes.
Fue el Grupo Cultural San Gil quien solicitó en aquel momento la medida y, según expone en un comunicado este jueves, “la delimitación actual se ajusta razonablemente a lo solicitado hace décadas”, y está establecida también en el Plan Director. Así, queda confirmada una “franja exterior de entre 50 y 500 metros de anchura alrededor de la cerca perimetral del BIC, más la protección expresa de la regadera desde la sierra, a excepción de pequeños detalles en las parcelas limítrofes con El Bosque en su sector noreste”.
Estos aspectos también han sido objeto de alegación por el grupo y otras organizaciones, como la plataforma para la Defensa de El Bosque de Béjar (PDBB), en el proceso de incoación-declaración actual, iniciado hace más de un año por la Junta.
Asimismo, San Gil señala que “merece ser destacada la inclusión de la regadera de abastecimiento de agua desde la Garganta del Oso, junto con su camino de servicio y el ramal oriental junto a la cerca, como parte del Entorno de Protección de El Bosque. En definitiva, una delimitación adecuada, aunque mejorable, que pone las cosas en su sitio y evitará nuevos atentados externos contra este BIC-Jardín Histórico”.
Desde la entrada en vigor de la Ley del Patrimonio Histórico Español (LPHE) de 1985 y posteriores leyes regionales, la figura de Entorno de Protección es una obligación legal asociada a todo inmueble declarado (BIC) en España y d”ebe ser correctamente definida y aprobada para evitar perjuicios urbanísticos, ambientales y de contemplación sobre nuestro patrimonio monumental, una zona de transición con importantes restricciones sobre edificación y usos impropios que garantiza la integridad de dichos bienes”, explican desde la agrupación.
El Bosque carecía de esa figura hasta 1995, “pero entonces se aprobó una delimitación completamente errónea e incoherente con los valores tipológicos, históricos y paisajísticos de esta villa suburbana de recreo”, explica San Gil. “La delimitación era tan disparatada que el propio BIC se protegía a sí mismo con una parte de sus terrenos, en vez de hacerlo mediante una franja exterior a sus límites históricos, perfectamente acreditados y conservados en su cerca perimetral”, añade.
Alegaciones
El grupo y otras entidades se presentaron alegaciones a este respecto en 1994, “pero fueron rechazadas de plano por el mismo órgano competente que ahora nos da la razón: la Consejería de Cultura y Turismo, responsable de la inadecuada declaración de Entorno de 1995, por fin ha entendido nuestros argumentos y da la razón a las asociaciones que vienen defendiendo este BIC-Jardín Histórico desde 1992 y que han insistido sobre ello ante cada nuevo director general de Patrimonio y cada nuevo consejero de Cultura”.
Además, en el ‘Plan Director de El Bosque de Béjar y su Entorno’, encargado por la propia Junta y aprobado oficialmente en 2001, “consta la misma propuesta de entorno y defendida con la misma argumentación, lo que demuestra que el órgano competente ni siquiera hizo caso de sus propios instrumentos”, recuerda la agrupación bejarana.
Malas decisiones evitables
Por todo ello, si la Junta hubiera establecido los límites de forma correcta antes, “se habrían podido evitar graves afecciones sobre el BIC que afean su entorno desde el exterior y anulan parte de las vistas de la villa hacia el paisaje urbano y agreste”.
En este sentido, San Gil recuerda que desde 1995 se han construido junto a su cerca perimetral (incluso sobre ella) “varios bloques de viviendas de hasta cinco plantas en la zona suroeste, equipamiento asistencial en Montemario y naves industriales en la zona norte que obstaculizan la contemplación de la villa de recreo respecto de su entorno y viceversa, hasta entonces en condiciones apenas alteradas”.
Consejo asesor
Por otra parte, la entidad expone que muchos bejaranos lamentan, “con mucha razón, el retraso de 25 años en poner en marcha un Centro Científico, Tecnológico y Empresarial en la Escuela de Ingeniería de Béjar, con las correspondientes inversiones en juego”. En el caso de El Bosque, Cultura “se ha demorado más de 30 años para tomar una sencilla decisión administrativa que no requería de inversión o coste alguno: ¿no habría sido mejor hacer caso a quienes conocen del tema con un poco más de agilidad?, ¿no deberían espabilar nuestros representantes políticos en otros asuntos relacionados con El Bosque, puestos por San Gil y PDBB sobre la mesa, por escrito, desde hace años?, ¿no debería constituirse de inmediato el consejo asesor, pendiente desde 2001, para evitar nuevos disparates y dilaciones?”




















