El abogado del empresario Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado este martes en el Tribunal Supremo que su defendido estaba de acuerdo en pactar con la fiscalía y que la ofreció un acuerdo el 30 de enero de 2024, con el fin de causar “el menor daño a su pareja”.
Estas declaraciones de Carlos Neira se enmarcan en la investigación sobre el acuerdo que ofreció a la Fiscalía para evitar que su cliente pudiera ser encarcelado por delitos de fraude fiscal y falsedad documental, hechos que se investigan desde marzo de 2023, por un presunto fraude a Hacienda que ascendería a 350.951 euros.
Ha explicado, además, que mandó esta propuesta por correo electrónico a la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid el 2 de febrero, sin informar previamente a su cliente. Esta versión coincide con la facilitada por el presunto autor de los delitos, quien cuatro días antes había dicho ante el Supremo que no se le consultó antes. Asimismo, aseguró que ambos tenían como objetivo buscar la mejor forma de mantener su anonimato.
Dicho correo electrónico es el eje central de la causa en la que se investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos, dado que la información que contenía se filtró a los medios el 13 de marzo del año pasado. Incluso se publicó horas después de que se difundiera un segundo mail. En él, el fiscal de delitos económicos, Julián Salto, daba el visto bueno al supuesto pacto.
Además de hacer llegar la propuesta a Delitos Económicos, dado que aún no había un fiscal asignado en aquel momento, informó también a la fiscal decana de la sección de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid de entonces, Virna Alonso, a quien puso en copia oculta. Asimismo, con la intención de “agilizar la propuesta”, lo mandó a un abogado del Estado, algo que ha asegurado hacer de forma habitual.
Las noticias publicadas propiciaron una reunión entre el empresario y su abogado, pues lo que vio “no le gustó” al novio de Aysuo. En su despacho, el letrado le recomendó llegar a un acuerdo de conformidad que, eso sí, pasaba por que reconociera los delitos, algo que el investigado aceptó, según ha dicho el letrado.
