Javier Guisado es un actor sordo que a través del humor hace que el público interactúe
Una silla y un sinfín de posibilidades. Esa es la propuesta que dejó sobre las tablas Javier Guisado, actor sordo, en su espectáculo ‘El Show de Chavi’ en el Teatro La Comedia. «Las sillas forman parte de nuestra vida cotidiana, pero no sólo en una casa, también en el autobús, en un restaurante,… Y voy desgranando, a través de este mueble, hechos cómicos», explica el actor a través del lenguaje de los signos que va traduciendo a toda mecha Alicia Abril, secretaria del Centro Cultural de Personas Sordas. Este centro y la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León han hecho posible este espectáculo, que es pionero en la región y que el Teatro La Comedia pretende que tenga continuidad todos los meses en su programación.
Guisado interactúa con el público y la pregunta es obligada: ¿Cuéntenos alguna anécdota que le haya sucedido? Lo piensa y comienza a reír. «En uno de los sketches parodio un concurso de búsqueda de amor. Escogí a dos personas del público y les dije que yo haría de chica. Entonces me dijeron: No hace falta, somos homosexuales». (Risas)
El actor busca que este espectáculo «sea para todos los públicos. Es de integración absoluta, porque si no estaría limitándome. No habría derecho de igualdad que es de lo que se trata». La actuación tiene mucho de mímica, es similar a los que monta Tricicle, por lo que los espectadores no se pierden en el argumento si ven a Javier Guisado sobre las tablas.
Este año para Guisado es especial. «Cumplo 15 años sobre el escenario, por lo que todas las actuaciones que haga a lo largo del año serán muy significativas para mí». Se formó en el Instituto Hispanoamericano de la Palabra, es profesor de Educación Física y monitor de tiempo libre entre otras muchas cosas, pero sobre todo es actor.
En nuestro país lo tiene difícil para ejercer su profesión artística. «En los teatros pequeños, puedo convencer al empresario, pero en los grandes, casi es imposible, porque piensan que un actor sordo no puede llegar a todo el público. Hay una pequeña discriminación en este sentido, porque los sordos podemos actuar igual que una persona que oye». Y vuelve a poner de ejemplo a Tricicle, en cuyas actuaciones la palabra brilla por su ausencia.
Recordamos que Marlee Beth Matlin, actriz sorda que ganó un Oscar por ‘Hijos de un dios menor’. «En Estados Unidos -donde ha actuado- tienen un respeto y una cultura distinta a la nuestra. Si yo viviera allí, estoy seguro que mi vida sería distinta», señala Guisado.
Alicia Abril, secretaria del Centro Cultural de Personas Sordas, Javier Guisado, actor sordo, y Ángela Rabes, acomodadora.Por este motivo, reivindica que sería importante que en España «todos los teatros profesionales deberían estar abiertos a la actuación de personas sordas. Hay que tener igualdad real, para que tengamos acceso a todos los ámbitos y poder evolucionar en todos los espacios».
En esta ocasión, además de la actuación de Javier Guisado, otra persona sorda, Ángela Rabes, trabajó como acomodadora de los espectadores, gracias al programa de Itinerarios Personalizados de apoyo al empleo con personas con discapacidad.