El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rechaza aumentar el gasto en defensa hastael 5% para 2032 que propone la OTAN, al tratarse de un objetivo “contraproducente” para España, además de “irrazonable”. Así se lo ha hecho saber este jueves al secretario general del organismo internacional, Mark Rutte, a través de una carta.
Como alternativa, Sánchez pide que la cumbre de La Haya, programada del 24 al 26 de junio, establezca “una fórmula más flexible”, como que un “objetivo de gasto opcional” o bien que “excluya a España de la aplicación”. Al mismo tiempo, el planteamiento deja abierta la posibilidad de que los países que deseen llegar al 5% tengan esa opción. “Sin embargo, España no puede comprometerse en esta Cumbre con un objetivo específico de gasto en términos de PIB”, insiste la misiva.
El Gobierno se había comprometido ya con la OTAN a subir el gasto en defensa hasta el 2%, sin que la medida suponga reducir las partidas de carácter social. Esta premisa, sin embargo, sería prácticamente inviable si el porcentaje aumenta al 5%, lo que conllevaría 80.000 millones de euros anuales más (este año se han destinado 10.500 millones más para defensa).
Son tres los motivos que llevan al presidente del Ejecutivo a rechazar la subida. Por un lado, cree que “no es necesario para cumplir nuestros compromisos con la Alianza”, y entiende que cada país tendrá circunstancias distintas: “Algunos tendrán que llegar al 5% de su PIB. Otros, menos”, apunta. Se trata, añade, de una “asimetría” que “debe ser respetada por completo”, pues incluso forma parte de los “principios operativos de la OTAN”.
Como segundo motivo, el líder del PSOE señala que la medida será perjudicial para el “crecimiento económico”, dado que llevará consigo “un aumento de la deuda, presiones inflacionarias y la desviación de inversión”. A este respecto, apunta que, para un aumento sostenido del gasto, la prioridad debe ser, primero, “que nuestras economías crezcan significativamente en los próximos años” a través del “equilibrio” entre ”reforzar nuestras capacidades de defensa y mejorar nuestra competitividad económica general”.
A todo ello, Sánchez añade una razón más, y es que el amento del gasto “sería incompatible con nuestro Estado del Bienestar y con nuestra visión del mundo”. A este respecto, asegura que para nuestro país “alcanzar un gasto del 5% será imposible, salvo que se acepte aumentar los impuestos a la clase media, recortar servicios públicos y prestaciones sociales a los ciudadanos y reducir nuestro compromiso con la transición ecológica y la cooperación internacional para el desarrollo”.
