Las paredes del convento de la Madre de Dios que dan a la calle Compañía y la plaza de San Benito se van a restaurar. Han colocado los andamios en los de la calle Compañía y de la plaza de San Benito y los han anclado en mitad de las piedras.
“A la hora de colocar un andamio en un edificio histórico, el sentido común lo que sugiere es colocar los puntos de anclaje, de apoyo del propio andamio, en las juntas de unión de los propios sillares, que en este caso, piedra de Villamayor. Hay que aprovechar esas juntas, que en algunos casos ya están ligeramente abiertas o deteriorada la argamasa que tienen en medio. Así, lo que logras es hacer una mínima actuación, sin deteriorar los sillares”, explica Miguel García, restaurador.
Lo que se observa a pie de calle es que ni uno solo de los anclajes colocados en el edificio del convento de la Madre de Dios están en una junta de unión. Todos están en la mitad de una de las piedras.
El restaurador no cree que haya sido una actuación deliberada, García piensa que los que colocaron el andamio no son profesionales. “Esto no se hace a mala intención, se hace porque hay desconocimiento en la materia. Lo que llama la atención, es que es una empresa de restauración la que va a acometer la obra. Lanzo una pregunta: ¿El que coloca el andamio es un operario y el que restaura es otro?”, puntualiza García.

Lo lógico es que lo que se va a restaurar no sufra un daño mayor que el que le voy a provocar. En este caso, una vez que se intervenga el edificio, que se restaure, al retirar el andamio habrá que ir taponando los agujeros que se han producido.
Estas piedras llevan siglos formando parte de un edificio, la mínima preocupación sería no dañar aquello en lo que vas a intervenir para mejorar su estado de conservación. “Lo que duele es que habría sido muy sencillo hacer las cosas bien. Solo le tenían que haber dicho al montador que los anclajes los tiene que hacer en las zonas de unión de los sillares. Ese agujero se hace exactamente igual, pero en un lugar donde quizá no tendrías que sellar ese orificio. Ahora, cuando retiren el andamio, lo tendrán que cubrir y hacerlo de una manera que no llame la atención para que no parezca un ‘coladero’ de puntos. Son obras con un gran presupuesto y hacerlo correcto, con cuidado, no supone ampliarlo”, analiza el restaurador.
Curiosamente, uno de los anclajes no solo ha perforado la piedra, también se ha colocado en medio de una letra de tipo Vítor.




















4 comentarios en «La piedra de Villamayor lo aguanta todo»
Tienes toda la razón. Aquí se otorgan las obras pero nunca estas son controladas por los estamentos. El patrimonio de bestra ciudad está dañados de forma continuada. Una vergüenza ?
¡Que vergüenza, mucho patrimonio y mucha cultura pero lo único que sirve es para llenarse de excusas y promesas vacías y luego a la hora de la verdad se permiten mil chapuzas y expolios!
Unos lumbreras.
Parece q solo van a restaurar el tejado asique más pecado al dañar unos muros y unos vítores que no merecían …