En Navidades decorábamos la plaza Mayor con originales y llamativos motivos. La mayoría de las veces el portal de Belén con las figuras más significativas del Nacimiento. En una ocasión se montó un escándalo por haber puesto un “caganer” junto al portal. Desde Radio Popular se incitaba a la gente a protestar porque esa figura era catalana y se consideraba una ofensa a los salmantinos.
En Navidades se celebraban festivales infantiles, se iluminaban las calles, como hasta entonces solamente se hacía en Madrid, y se preparaba con esmero la Cabalgata de Reyes. La iluminación de los árboles fue una forma distinta de engalanar la ciudad. Los festivales eran muy participativos, con juegos para niños, representaciones teatrales y verbenas infantiles y juveniles.
La Cabalgata de Reyes estrenó cuatro carrozas que han estado en uso hasta 2013. Tres para los Reyes Magos y otra con temas Navideños. Participaban 300 personas, y se realizaba gracias a la ayuda de la Asociación Salmantina de Artistas y del Consejo Municipal de la Juventud.
El 11 de abril de 1983 se inauguró la finca Gargabete, adquirida en arrendamiento para uso público por el Ayuntamiento de Salamanca. La toma de posesión de la dehesa por el pueblo salmantino fue una fiesta indescriptible. Miles de salmantinos se desplazaron en vehículos públicos y en privados para merendar y compartir un lugar para todos.
Charangas y grupos musicales amenizaron la tarde del Lunes de Aguas. El Ayuntamiento aportó sangría, que para tanta gente fue escasa, se acabó enseguida, en aquella ocasión no fuimos previsores. También los autobuses quedaron desbordados.
A la vuelta, se organizó un desfile multicolor en la plaza Mayor.



















