Las oposiciones de Educación vuelven a dejar un alto número de suspensos y plazas sin cubrir. Ha ocurrido con las convocatorias de Secundaria, en Salamanca, y con las del Cuerpo de Maestros, en Castilla y León. Sin embargo, comparar el porcentaje de aspirantes presentados con el de aprobados “da una visión que no es realista”, porque no todo son no aptos, hay mucho más detrás de esta situación.
Por un lado, hay personas que se matriculan y no acuden a la prueba; hay “un porcentaje muy alto” que solo acude para firmar el examen, sin realizarlo; otro que no supera la primera prueba; uno más no pasa la segunda y otro que, aunque supere ambas, no accede a la plaza porque la valoración que obtiene en el concurso de méritos es insuficiente, según explica el presidente del sindicato CSIF en Salamanca, Federico Martín Mata. Quedan por todo ello plazas sin cubrir que serán ocupadas un curso más por profesores interinos.
Pero, ¿acudir a la prueba para plasmar únicamente la firma tiene alguna utilidad? Así es, ya que “para estar en lista de interinos solo se exige presentarse”, una opción por la que desde hace años optan hasta cerca de un 40% de los aspirantes.
Dentro de la compleja situación llama la atención el caso de la especialidad de Formación Profesional (FP) de ‘Mecanizado y mantenimiento de máquinas’, pues la ratio de aprobados es de cero para un total de 13 plazas convocadas. Para optar a ellas se presentaron 81 opositores y 17 de ellos superaron la primera prueba, pero ninguno la segunda. Cuando algo así ocurre, significa que “el tribunal considera que el personal que se presenta no está lo suficientemente preparado” o bien “no han mostrado los suficientes conocimientos para acceder a la docencia”.
También en el área de mecánica, para la especialidad de ‘Mantenimiento de vehículos’ ni siquiera el número de aspirantes que pasó la primera prueba (13 personas) cubre las plazas (20 vacantes), algo que no había ocurrido antes, según Martín. Además, solo 9 opositores superaron la segunda.
Sin embargo, los exámenes sin elaborar y tan solo firmados son más habituales, dado que en el pacto de interinidades prima la experiencia y, quienes ya la tienen, “no se preparan la oposición, no hacen ese esfuerzo”.
La consecuencia, un “bucle” negativo para el sistema educativo pues, “esa misma gente que no aprueba, ya sea porque no prepara la oposición, o porque el tribunal no les deja pasar de la primera prueba, es la que formará la bolsa de interinos, la que realmente va a ser profesor”, una “situación, como poco, desconcertante” para el presidente de CSIF.
En cuanto a las especialidades con dificultades para cubrir las plazas de profesorado, “en general, las de ciencias tienen bastantes problemas” y, en los últimos años, se han sumado a ellas las de FP.
“Mejorar sustancialmente las condiciones los docentes” sería, para la entidad sindical, la forma de poner fin a la complejidad para cubrir las plazas. “El reconocimiento social y económico de los docentes hace que no necesariamente los mejores sean los que quieren acceder a la docencia”. Los salarios del sistema público son significativamente más bajos que los del sector privado, por lo que muchos profesionales optan por esta segunda opción (por ejemplo, en empresas vinculadas a su formación, no necesariamente vinculadas a la enseñanza), salvo en caso del profesorado “muy vocacional”.
Incluso las especialidades de ciencias y FP empiezan a buscar profesionales más allá de las bolsas de interinos, como entre las listas de desempleados, según confirma el presidente provincial de CSIF, pues “en algunos casos empezamos a tener problemas serios para poner docentes en los centros educativos”, advierte.
