El arte de la lujuria

A lo largo de los domingos veraniegos iremos desgranando la relación que existe, entre verdades y leyendas, entre la prostitución y la capital charra
Los personajes salen de los libros. (Obra de Chema Martín)

Salamanca y la prostitución tienen una historia común. La fiesta más salmantina, El Lunes de Aguas, está íntimamente relacionado con las meretrices, la mancebía, el negocio… A lo largo de los domingos veraniegos se pasearán por La Crónica de Salamanca, San Lucas, las Tabernas del vino blanco, las brujas, zánganos, hechicera, putas literarias, además de La Celestina… Salamanca y las meretrices tienen una historia común y eso que la capital charra pudo ser ‘Ciudad de Dios’.

Mujeres apasionadas, hombres apresurados, criados y criadas con aires de nobles, tías que no lo son, vírgenes que se desvirgan hasta en tres ocasiones y prostitutas que cuentan en primera persona cómo es el oficio. Son parte de los argumentos de tres obras, La Celestina, La tía frígida y María Magdalena escritas en tres momentos de la historia de la Literatura y que tienen como escenario de fondo a Salamanca.

“En La Celestina follan los protagonistas y hacen el amor el criado y la puta, Pármeno y Areúsa. Le dice la puta a Pármeno: ‘No osarás entrar en lo vedado señor mío’. Eso es del lenguaje amoroso cortesano. En cambio, en un momento dado Melibea le dice: ‘No tengas tanta prisa’, y Calisto le contesta: ‘Señora el que quiere comer el ave primero quita las plumas’. ¿Eso qué tiene que ver con el romanticismo?

Fernando de Rojas acaba con todo, arrasa. Hace que los de abajo se porten como los de arriba cuando quiere y que los de arriba como los de abajo. Porque en el fondo está diciendo que todos son iguales, la condición humana es la misma”. Así, sin dobleces lo explica Emilio de Miguel, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Salamanca y experto en ‘La Celestina’ en una entrevista concedida hace dos años a La Crónica de Salamanca.

Fernando de Rojas fue un magnífico estudiante de Salamanca, en un momento en el que a la Universidad de Salamanca está llegando la mejor literatura italiana y la mejor literatura clásica, apenas la griega. Se beneficia de un ambiente humanístico y cultural salmantino irrepetible, que es el que hay en Salamanca en los últimos años del siglo XV.

Así lo demuestran las últimas palabras de Melibea. (…) «¿quién duda que no haya habido otros más crueles contra sus padres? Bursia, rey de Bitinia, sin ninguna razón, no aquejándole pena como a mí, mató su propio padre. Tolomeo, rey de Egipto, a su padre y madre y hermanos y mujer, por gozar de una manceba. Orestes a su madre Clitemnestra. El cruel emperador Nerón a su madre Agripina, por solo su placer, hizo matar. Éstos son dignos de culpa, éstos son verdaderos parricidas, que no yo que, con mi pena, con mi muerte, purgo la culpa que de su dolor se me puede poner. Otros muchos crueles hubo que mataron hijos y hermanos, debajo de cuyos yerros el mío no parecerá grande. Filipo, rey de Macedonia; Herodes, rey de Judea; Constantino, emperador de Roma; Laodice, reina de Capadocia; y Medea, la nigromantesa. Todos éstos mataron hijos queridos y amados sin ninguna razón, quedando sus personas a salvo. Finalmente me ocurre aquella gran crueldad de Frates, rey de los partos, que, por que no quedase sucesor después de él, mató a Orode, su viejo padre, y a su único hijo y treinta hermanos suyos”. (…)

Emilio de Miguel asegura que no hay prosa erótica en castellano mejor que la de Fernando de Rojas. En el acto XX, en el segundo encuentro en el huerto, cuando Melibea y Calisto consuman el sexo, nadie lo ha escrito como lo ha escrito Rojas.

Para Emilio de Miguel, Celestina es el personaje más inteligente de la literatura universal y reivindica que La Celestina es la obra de mayor homenaje jamás escrito a la mujer enamorada, que es Melibea. “Déjense de bobadas que si el conjuro que le hace el demonio la convence o que si no es amor. No, Melibea es una chica jovencita que se enamora y que en el acto XVI dice: “Si muere Calisto, muerto Calisto no tiene sentido mi vida.” ¿Y qué ocurre luego? Oye decir: “Muerto está Calisto”. Suspira que su vida no tiene sentido, para acto seguido suicidarse. Es un monumento a la mujer enamorada y ese enfoque a La Celestina es al que menos importancia se da.

Eso sí, de lo que la Celestina hace y dice en la obra no sacamos mucha información sobre la vida y usos de las prostitutas, aunque vive con dos Areúsa y Elicia. “Lo que sí sabemos es cómo vive ella su experiencia de jefa de burdel -habla con nostalgia de tiempos pasados cuando tenía varias mozas a su cargo- y la información más curiosa que da es sobre la abundancia de curas, en todas sus categorías, que acudían a su negocio”, puntualiza Emilio de Miguel.

Más allá de La Celestina, hay más obras de la Literatura que tienen la prostitución en Salamanca como fuente de inspiración.

La literatura erótica del Siglo de Oro encuentra en Salamanca y sus barrios bajos son el escenario propicios para que se inspiren Cervantes,
La tía fingida, una obra cervantina que transcurre en la ciudad de Salamanca, donde dos estudiantes se quedan prendados de una muchacha de unos diecisiete o dieciocho años, doña Esperanza de Meneses, a la que su fingida tía, doña Claudia Astudillo, trata de buscarle un marido apropiado.

En realidad, doña Claudia es una celestina que trafica con el virgo de Esperanza, a la que ya ha venido tres veces por virgen. Los estudiantes le ofrecen una serenata nocturna, pero ante su fracaso, hablan con don Félix, un valentón adinerado, que usa sus mañas para introducirse de noche en la casa de la moza y la tía, sobornando a la dueña Grijalba. Oculto en el dormitorio de Esperanza oye toda la conversación entre las supuestas tía y sobrina y se entera de la verdad.

Fue una escritora salmantina la que contó en primera persona cómo era la vida de una prostituta. Como no podía ser de otra manera, el nombre de la protagonista fue María Magdalena. La firmó Rafael Luna, pero detrás de ese nombre de hombre estaba Matilde Chercer. Por cierto, introduce la novela igual que Fernando de Rojas cuando se excusa diciendo que escribe La Celestina para que otros no cometan los errores de los protagonistas.

María Magdalena fue su última novela, ambientada en Salamanca. A través de lo que cuenta la protagonista, una joven prostituta, podemos ver mucho del pensamiento abierto y adelanto de Matilde Cherner en el terreno social y político. Así la presenta en la introducción: (…) “No es una novela, propiamente dicho, lo que hoy ofrecemos al público; es un libro cuyo importante asunto hace tiempo que está pidiendo la atención de los sabios y los filósofos, y que otra pluma más autorizada que la nuestra debía de ser llamada a tratarlo». (…)

La escritora salmantina, a través de uno de los personaje de su novela habla de la posibilidad de legalizar la prostitución: “Por primera vez en mi vida me puse a considerar por su lado de vergüenza y oprobio para la sociedad que la tolera, la prostitución legal de la mujer, autorizada por las leyes de todos los pueblos civilizados, y tolerada por la religión cristiana”.

Sobre el oficio de meretriz, el personaje de Magdalena, la protagonista, dice: “También pienso ahora con profunda tristeza que si el mundo, ese mundo que se dice tan ilustrado, no abrigara en su seno llagas tan gangrenosas, no tolerara infamias tan horribles, no permitiera que la mujer, esa dulce mitad del género humano, cayera en tal extremo de degradación, que de un ser puro, santo, respetable, que de una criatura humana hija de Dios y favorecida con sus dones, se trocara en una vil mercancía que cualquiera puede alcanzar por un infame precio; que si el mundo no tolerara tan vergonzosas monstruosidades, no tendría yo, pobre niña abandonada, que haberme visto arrastrada en el más inmundo fango”.

Salamanca da para mucho y mucho más…

**** La ilustración es obra de Chema Martín, responsable de la academia de pintura Cibeles, situada en la calle Rosario, 32

Chema Martín trabaja por encargo… Una caricatura, un retrato, una escultura suya… Lo que busques. Siempre será una obra que embellecerá su casa o un buen regalo para que os recuerden.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios