Llegaron el viernes y este lunes miles de personas aún seguían de fiesta, por cuarto día consecutivo, en el pantano de Santa Teresa, en el término de Salvatierra.
La música no para ni de noche ni de día, y los miles de asistentes (llegó a haber hasta 6.000 el domingo), parecen incansables. Este lunes se produjo ya una disminución del número de coches y asistentes al evento.
El día, con la ola de calor que nos asola, lo dedican a descasar ya bañarse en el embalse, que por esta zona (es cola de pantano) parece más apacible.
Los vecinos destacan su civismo, pero denuncian las molestias de los ruidos, sobre todo, por la noche, cuando la música retumba en la zona.
Salvatierra y Aldeavieja, que lo tienen de frente, son los que sufren los rigores nocturnos, porque al abrir las ventanas para ventilar y refrescar las casas, les entra el ruido de la fiesta.
Cespedosa, que está justo pro encima del campamento, ni se entera del evento, porque nos les llega el ruido.
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