El plan de Telefónica para adquirir Vodafone España está cobrando cada vez más fuerza. Según El Confidencial, la operación, que redibujaría por completo el mapa de las telecomunicaciones en el país, parece estar pasando de la fase de rumor a la de una estrategia bien definida y con pasos decisivos ya en marcha.
Según las últimas informaciones, la cúpula directiva de Telefónica ya habría conseguido el visto bueno de sus principales accionistas —la SEPI, CriteriaCaixa y el grupo saudí STC— e incluso se habría reunido con miembros del Gobierno para presentarles el proyecto.
La seriedad de las intenciones se refleja en otros movimientos. La compañía ha contratado al banco de inversión AZ Capital como asesor principal de la operación, y los sindicatos de la operadora ya estarían analizando cómo integrar a los cerca de 3.000 empleados de Vodafone.
Este movimiento responde al objetivo de Telefónica de consolidar su liderazgo en Europa, una meta para la que su dirección ya había pedido públicamente a Bruselas mayor flexibilidad regulatoria. Descartado el operador Digi, que no tiene intención de vender, Vodafone se ha convertido en el objetivo prioritario.
De cerrarse el acuerdo, Telefónica recuperaría una cuota de mercado dominante en España. Para Zegona, el fondo propietario de Vodafone, la venta supondría culminar su estrategia habitual: comprar una compañía, revalorizarla y venderla obteniendo una importante plusvalía.
