Los bares nos dan caña

Menos turismo, un menor gasto por persona y el “tasazo” aplicado a las terrazas encarecen los precios desde este verano, según los hosteleros salmantinos. Total, dos cañas con pincho, de ocho euros no baja
Una de las terrazas de la Plaza Mayor, con dos jóvenes en primer plano, a punto de tomar sendos cafés. Foto: IH.

Los precios en los bares y restaurantes de Salamanca han subido este verano. Si te gusta alternar ya lo habrás sufrido en tus propias carnes. Es algo que también lo confirman desde las dos agrupaciones del sector de la ciudad, la Asociación de Empresarios de Hostelería, presidida por Jorge Moro, y Hostelería Charra, liderada por Fernando Castillo. Como ejemplo de las tarifas actuales, hace unos días, dos cafés en uno de los bares de la Plaza Mayor (dentro, ni siquiera en la terraza), costaban 6,20 euros y, en el interior de otro establecimiento, dos cañas con pincho llegaban a los 8,15 euros y la misma ronda en Felipe Espino, 9 euros.

“Se ha producido un ligero aumento en los precios respecto a la primavera”, confirma Castillo, que atribuye el incremento a “tres factores combinados”: la inflación en el sector; el incremento de la tasa municipal de terrazas, con subidas entre el 59 % y el 62 % (un “tasazo” que denuncian como “un ataque directo a la hostelería”); y “una leve bajada del turismo y del gasto medio de gasto por persona”. Todo ello, añade, “agrava la situación”, pues “suben las cargas obligatorias mientras el cliente medio gasta menos”.

Por su parte, Moro cree que “no es una cuestión estacional de los precios”, sino que lo que importan son “los costes” y cómo “afecten” al sector. “Antes los productos en hostelería subían una vez al año y ahora mismo las subidas son constantes”, lo que da lugar “inevitables subidas” en las tarifas.

En cuanto a cifras concretas, el presidente de Hostelería Charra habla de “ajustes moderados”, y especifica que los cafés se sirven por entre 1,20 € y 2,20 €; que las cañas y refrescos presentan “precios contenidos en barrios y más elevados en el centro y terrazas”; y que un menú del día va desde los 10,50 € de los barrios hasta los 18–19,50 € en el centro. Estos precios son “consecuencia de la subida de tasas e impuestos, del incremento de gastos de personal y del descenso del gasto medio por cliente”, no “fruto de la especulación”.

“Ha subido todo un poco y un claro ejemplo es el de ir a hacer la compra habitual para nuestros hogares”, apunta el responsable de la Asociación de Empresarios de Hostelería. Al mismo tiempo, insiste en que en Salamanca “nuestro sector sigue teniendo una gran oferta y da muchas posibilidades de ocio y gastronomía con precios muy competitivos”. Además, Moro puntualiza que las calidades no siempre son las mismas y que, aunque fija una media de 1,20 € por café, señala que “también depende de la calidad”, porque “aunque parezca mentira, un buen café y una buena leche también puede variar unos céntimos el precio”.

Respecto a las terrazas, según Hostelería Charra, “algunos locales sí han tenido que ajustar el suplemento, siempre informado en carta, como marca la ley”. La “principal razón”, las subida de la tasas municipales entre un 59 % y un 62 %: por ejemplo, en la Plaza Mayor esta ha aumentado de 0,32 € a 0,51 € por m² al día. La versión de la Asociación de Empresarios de Hostelería es diferente: “La verdad es que no se ha incrementado a nivel general, pero creo que es un tema de servicio, muchos establecimientos contratan más personal para ser más eficientes y rápidos y eso supone un coste superior, por eso se incrementa el suplemento”, argumenta su presidente.

Recuerda, al mismo tiempo, que el Ayuntamiento “este año subió a ciertas zonas la tasa, a otras zonas se le incrementó en años anteriores”. El “tasazo” de este verano es para Castillo “injusto y desproporcionado”, ya que “se convierte en otra piedra para el sector, porque coincide con una bajada en el turismo y la media de gasto por persona”.

Una de las terrazas de la zona centro de Salamanca, al inicio de septiembre.

En cuanto a la clientela, hay salmantinos que han notado un aumento de los precios, pero otros, que suelen frecuentar los mismos locales de la zona centro, aseguran que no ha habido cambios y que, si se han dado, no son conscientes. En el primer grupo se encuentran Carmen y Amaya, dos veinteañeras que responden a La Crónica mientras toman algo en una terraza de Pizarrales, pincho de jeta incluido. “Han subido los precios en los bares, y también en los de las piscinas”, explica Carmen, quien asegura que “antes un café costaba 1,20 y ahora cuesta 1,50” en los locales de Salamanca a los que suele acudir.

Ella que, al contrario que su amiga, vive en la capital charra, y reconoce que se ha planteado alternar menos. “En el caso de los bares de noche, los precios creo que siguen igual, pero a veces, si quieres tomarte un café, ya evitas tomártelo, porque para eso te lo tomas en tu casa. Encima no te ponen ni tapa, ni un dulce ni nada”. Por ello, ambas prefieren las rondas de Extremadura, porque allí “te ponen la bebida con una buena tapa” y, además, “los desayunos son buenos y muy baratos”, relatan.

En la Plaza del Oeste, otros dos jóvenes, Mauri y Manuel recapacitan sobre los precios de la hostelería salmantina. Ambos han notado la subida de de un verano para otro, tanto en las cervezas como en los cafés. “Yo trabajo en hostelería y sé que sí han subido los precios”, confirma ella. Manuel achaca el encarecimiento a la subida de la inflación: “Lo pagas en las tapas y lo pagas en todo”.

Sin embargo, ninguno de los dos tiene previsto cambiar su estilo de vida. “Vamos a salir igual. Yo creo que el ocio es importante. A mí me gusta mucho salir a tomar una cerveza y demás pero, obviamente, si sigue subiendo, quizá tendría que dejar de salir todos los días y hacerlo solo dos o tres a la semana”, expone Mauri.

Hay otras consumidores para quienes no ha habido variaciones, como Sara, una mujer de unos 50 años que tiene como favoritos varios locales del centro. “Yo no he notado nada. Voy a ciertos sitios, siempre los mismos, y no he notado que hayan subido. Si a lo mejor han subido diez céntimos, yo no me he percatado”, cuenta, mientras espera a ser atendida en una terraza de la calle Zamora.

La misma versión la mantienen Hermenegilda y Chari, que superan los 70 años y que también esperan su habitual consumición de la tarde junto a otra mujer más joven, Juana. Las tres frecuentan un mismo local de la Plaza Mayor y, las dos de mayor edad, dicen no haber percibido aumento en los precios: “No hemos notado nada especial”, dice Chari.

Una terraza en la plaza del Oeste

Por su parte, Juana, clienta también de bares de barrio, no solo de las terrazas más turísticas de la capital charra, dice que es ahí, fuera del centro, donde la subida sí se ha hecho visible este verano. “En este bar no lo he notado, pero en otros sí. El café estaba a 1,50 y ahora está a 1,70 o 2,10, depende del sitio. Y los refrescos también han subido”, detalla, mientras mueve una infusión en su taza.

Sobre el día a día de la temporada estival en la hostelería salmantina, marcada por la falta de profesionales y de formación específica de los trabajadores, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería confiesa que “siempre es negativo no contar con plantillas completas” ya que “esto afecta directamente al servicio que prestamos, por eso somos ya conscientes de que tenemos que tomar alternativas, aun sabiendo que perjudican a horarios de aperturas y cierres de nuestros establecimientos en detrimento de los clientes, que a veces no pueden disfrutar plenamente de nuestros servicios”.

Y es que los establecimientos siguen contando de numerosos casos con “seudo camareros y seudo cocineros, que debilitan la calidad y dificultan la continuidad de muchos negocios, justo cuando los gastos laborales han subido y el gasto medio de los clientes baja”, tal y como denuncia el máximo representante de Hostelería Charra. “Con formación y experiencia se encuentra trabajo de inmediato”, defiende Castillo, quien destaca que su agrupación impulsa una bolsa de empleo “profesional y eficaz”, en colaboración con la Escuela de Hostelería de Salamanca.

20 comentarios en «Los bares nos dan caña»

  1. Como si en esta ciudad, no existiera otra cosa que la hostelería. Así nos vá. Personalmente disfruto en casa y reservo, como se hacía antes, la entrada en algún restaurante para celebrar alguna situación especial. Para los salmantinos que gustábamos de alternar por el centro se acabó la fiesta hace tiempo. Ahora se trata de sablear turistas y quejarse cada vez que alguna mesa queda libre. Invadir con la inestimable colaboración del Ayuntamiento los espacios de los ciudadanos y hacer algunos alarde de sus coches último modelo .

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    • Ya no interesa. Pero el afán de la gente por olvidar todo y desconectar les lleva a asumir unos precios por encima de sus posibilidades.

      Ya no es la subida de precios, sino que se nota una bajada de profesionalidad, educación y calidad en los locales de forma generalizada.

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  2. Los precios han subido muchísimo,y también en las copas de por la noche.En el art solo se habla del precio del café pero tomarte un vino con una tapa muchas veces llega a los 6€ y vinos que en el super la botella te cuesta los 6€,por tanto no son los precios de la compra.Yo alterno menos,y creo q los consumidores deberíamos hacer una huelga y dejar los bares una temporada…a ver si así nos dejaban d «estafar»

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  3. Menudos ******* y cara dura son los de los bares,todos como ******* subir y subir y para adentro a consumir.Asi nos va en esta ciudad,menos bares y más cabeza amueblada,que todos viven más q bien .Si no entrará nadie cambiarían las cosas.En un **** barrio de ** ***** y todo el día consumiendo .menudos ******** son y no será por las denuncias q han tenido y sigue abierto.

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  4. Los precios son baratos para esa élite reinante de pensionistas y prejubilados a los que mantenemos cada vez menos esclavos y pagamos sus propiedades inmobiliarias a través de alquileres inasumibles agravados por una masificación de ocupa viviendas en modo turistico con el beneplácito de los revotados políticos locales.

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  5. Ahora que están tan de moda los «aranceles», con tanta tecnología e inteligencia artificial, se deberían adaptar los precios discriminandolos para trabajadores, discapacitados o turistas, y preferiblemente en este orden, primando unos precios más ajustados a la renta local del consumidor.

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    • Lo que faltaba: animando a la gente a montar otro bar. Otro tramo de acera que perderemos los salmantinos. Pues mira, no tiene ningún mérito montar un negocio que ha sido refugio para gente que no tenía otra cosa que hacer y tenía que sobrevivir. Pero, de ahí a invadir la ciudad, pactar con el Ayuntamiento y tener que soportar los lloros cuando no salen los números va un trecho. Lo que es incuestionable es que la gallina de los huevos de oro puede dejar de poner en cualquier momento y para entonces ya se habrán cargado la apacible Salamanca que los de aquí añoramos.

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  6. Cada vez salgo menos y los bares del barrio ya ni los piso, lo de los precios es de traca. Antes un pincho y tercio en el bar de barrio 3€ máximo, ahora te pegan un estacazo de 4 y pico o 5€. Lo siento, me lo tomo en la terracita de casa

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    • Tú vas al súper y te han subido los precios gracias a los impuestos q este gentil gobierno pone, q te piensas q a los de los bares se lo regalan, usa el cerebro q te lo pusieron para algo..

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  7. Vaya «tirria» con los bares,como si no hubiese cosas más importantes,ir de bares es un lujo,que yo sepa no es una necesidad,y por lo tanto los precios son lo que que son,el que puede ir que vaya y el que no ,pues que beba y coma en casa

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  8. A mí no es que me parezca que han subido los precios, es que es un hecho que han subido y en todas partes. Suelo tomar café y en un pueblo de Salamanca con una santa muy famosa, ha subido 20 céntimos en verano. Lo malo de esto es que ya no vuelve a bajar y lo peor, que además te lo tienes que llevar tú a la mesa o terraza. En Salamanca, procuro no tomarlo en el centro. De todos modos vivo en el norte y es igual

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  9. Los quejáis en la capital pero lo que es una vergüenza es en los pueblos que cogen el bar en el verano como centro social y realmente lo dedican abar sin pagar impuestos con unos precios como cualquier bar de Salamanca

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  10. Señores y señoras todo sube y le echáis la culpa a los bares? Qué creéis que a ellos no les sube todo también.esto es de risa

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  11. La restauración ha subido en el centro de Salamanca y alrededores en bares y restaurantes, tal vez, el ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto, con las subidas continuas y discretas la gente no se tomará nada en estos establecimientos. Saludos y buen provecho.

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  12. Los q os quejáis de q los bares suben los precios, quejaros al gobierno de q ha subido todo los impuestos, o q os pensáis q solo os suben los precios al consumidor…. A los negocios les están friendo a impuestos o sea q al final nos suben a todos.. pero claro en este país de poco pensar la culpa siempre es del autónomo.. y así nos va, el cerebro justito para no mearos..

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