España se retirará del Festival de Eurovisión si se permite la participación de Israel mientras continúa la ofensiva en Gaza. Esta es la decisión adoptada este martes por el Consejo de Administración de RTVE, a propuesta de su presidente, José Pablo López. Con este movimiento, España se convierte en el primer país del ‘Big Five’ (el grupo de los mayores contribuyentes del festival) en dar un ultimátum a la organización.
La postura de España se suma a la de otras televisiones públicas como las de Irlanda, Eslovenia, Islandia y Países Bajos, aumentando la presión sobre la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que celebrará su asamblea general a principios de diciembre. En esa reunión se decidirá si se mantiene a la televisión pública israelí (KAN) en la competición.
El Gobierno respalda la decisión
La iniciativa de RTVE cuenta con el respaldo explícito del Gobierno. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, afirmó este lunes que los eventos culturales «no deben blanquear el genocidio» e insistió: «Si no logramos expulsar a Israel, España no debe de participar». En la misma línea, el ministro Óscar López consideró que «no hay las condiciones» para que Israel concurse «con normalidad».
Un paso sin penalizaciones
Esta no es la primera vez que RTVE muestra su malestar. En abril, ya envió una carta a la UER solicitando un debate sobre la presencia de Israel y una revisión del sistema de televoto, que en la última edición otorgó la máxima puntuación a la candidatura israelí.
Según expertos, la UER ha ampliado el plazo para que los países confirmen su participación hasta después de la asamblea de diciembre y, de momento, no ha establecido sanciones para quienes decidan retirarse en 2026, lo que facilitaría un posible regreso de España en 2027.
El mapa europeo de Eurovisión sobre la participación de Israel
La decisión de España no es un caso aislado. Europa está dividida, y se pueden observar principalmente tres bloques de países con posturas diferentes.
1. El bloque del ultimátum: «Si compite Israel, nosotros no»
Este es el grupo más contundente, al que ahora se ha sumado España. Estos países, a través de sus televisiones públicas, han anunciado formalmente que no participarán en Eurovisión 2026 si la UER no excluye a Israel.
- Países clave: Irlanda, Islandia, Eslovenia, Países Bajos y ahora España. La mayoría argumenta que la situación actual es incompatible con los valores de unidad y paz que promueve el festival.
2. Países que piden un debate, pero sin amenazar (aún)
Este grupo, aunque no ha llegado a plantear un boicot, sí ha expresado públicamente su malestar y ha solicitado a la UER que reconsidere la situación.
- Países clave: Bélgica, Finlandia y Noruega. Sus televisiones públicas y parte de sus gobiernos han pedido un debate formal dentro de la UER, argumentando que no se puede ignorar el contexto político y humanitario. Quieren que la organización se posicione de forma clara.
3. Los que defienden la participación o guardan silencio
Finalmente, está el grupo de países, entre los que se encuentran algunos de los más influyentes del festival, que defienden la continuidad de Israel o que han optado por no pronunciarse públicamente sobre el tema.
- Países clave: Reino Unido (BBC), Francia, Alemania e Italia. Su argumento principal, que coincide con el de la propia UER, es que Eurovisión es un evento apolítico y una competición entre televisiones públicas, no entre gobiernos. Por tanto, consideran que la televisión israelí (KAN) cumple las normas para participar.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), por su parte, mantiene hasta ahora que la televisión israelí no ha violado ninguna regla de la competición y que su intención es que el festival se mantenga como un espacio cultural y no político.
