El Gobierno ha lanzado una dura crítica contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por su reciente endurecimiento en política migratoria. Miembros clave del Ejecutivo le acusan de «comprar y blanquear» el discurso «xenófobo» de la extrema derecha, advirtiendo que esta estrategia solo conseguirá que Vox «le engulla».
La controversia surge a raíz de la «Declaración de Murcia», un documento con el que el PP ha fijado su nueva postura. Entre sus propuestas destacan la creación de un visado por puntos para obtener la residencia, priorizar la inmigración de origen hispanoamericano por su «proximidad cultural» y expulsar a quienes cometan delitos graves. Feijóo ha defendido esta línea bajo el lema: «Tenemos derecho a decidir quién entra, cómo y para qué».
La respuesta del Gobierno ha sido contundente. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha calificado la propuesta como «el momento de nivel más bajo del PP», asegurando que al hacer suyo el discurso de la «extrema derecha autoritaria», Feijóo «acelera el sorpaso» de Vox. Bolaños negó que España tenga «un problema de inmigración» y defendió que los inmigrantes «generan riqueza y prosperidad», contribuyendo al récord de empleo actual.
En la misma línea, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, afirmó que las propuestas del PP ya son «indistinguibles» de las de Vox y acusó a Feijóo de usar los derechos humanos «como moneda de cambio» en su «batalla ideológica» con la ultraderecha. Montero tachó de «falso» el relato que asocia inmigración con delincuencia y consumo de recursos, destacando sus aportaciones a las cotizaciones, al mercado laboral y a la natalidad.
Por su parte, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fue un paso más allá, pidiendo la regularización inmediata de 500.000 inmigrantes y advirtiendo a Feijóo de que su propuesta de visado por puntos es «inconstitucional».
