La Prevención de Riesgos Laborales (PRL), nos parece un requisito más, una de tantas exigencias, que deben cumplir las empresas, porque los que gobiernan parecen no hartarse nunca de poner las cosas difíciles a los que tienen la inquietud de hacer cosas, a través de sus iniciativas.
Así, sabemos que para no ser sancionados, debemos cumplir una serie de exigencias legales, que nos requerirá la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, si pasa a visitarnos (“¡Dios quiera que no, por favor!” – suelen pensar los empresarios).
Lo que quizás desconocemos es el porqué, el cómo, el cuándo o el dónde, surgió la idea de que era necesario mejorar las condiciones de trabajo de nuestros empleados, con el fin de que no sufrieran lesión o deterioro en su salud. Pues bien, si observamos el devenir de la historia reciente, podemos ver que fue consecuencia de la Revolución Industrial acaecida en la Europa del siglo XIX, caracterizada por la irrupción de las fábricas, cuyo trabajo se realizaba por personas que no se consideraban más que partes de las grandes maquinas, movidas por potentes energías, lo cual, hacía que estas se convirtieran en frágiles víctimas de riesgos incontrolados que desembocaban en graves lesiones o, peor aún, en su muerte.
Las imágenes adjuntas corresponden a óleos del pintor bilbaíno Aurelio Arteta, en las que refleja escenas de su zona industrial, a principios del siglo XX. Tal y como este mostró en sus pinturas, la situación descrita generó un problema social, debido a la cantidad de lisiados, viudas y pequeños huérfanos, que forzó a los gobiernos de los Estados (interesados en aquel entonces, en comenzar la actividad protectora de sus ciudadanos), a legislar para procurar la responsabilidad de las empresas sobre sus trabajadores accidentados y, en consecuencia, la mejora de las condiciones de trabajo. Así, se redacta, en 1900, la Ley sobre Accidentes de Trabajo, conocida coloquialmente como “Ley Dato”, por Eduardo Dato, Ministro de Gobernación en aquel momento.
Dicha Ley, trata de paliar las consecuencias económicas que padecían los trabajadores y sus familias, estableciendo una clasificación de las situaciones de incapacidad sobrevenida como consecuencia de haber sufrido un accidente de trabajo, fijando las indemnizaciones correspondientes, incluso en caso de muerte. Fue el germen tanto de las leyes sociales que desembocaron en la legislación actual en Prevención de Riesgos Laborales, como de la actual Seguridad Social, además de cambiar el concepto cultural de índole religioso derivado de la frase bíblica “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, a la idea de que el trabajo no debe ser causa de pérdida de la salud.
Este cambio de perspectiva logró un descenso más que notable en la siniestralidad laboral, si bien, a día de hoy, no se ha conseguido aún erradicarlos; de ahí que debamos seguir dedicando esfuerzos a mejorar la implementación de la PRL, en nuestro qué hacer diario.
Por: Lucía Risueño.
Más información en: Asesoría en Prevención de Riesgos Laborales
1 comentario en «Más de un siglo de prevención de riesgos laborales»
Felicidades por la iniciativa !!!!