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Los alumnos de enseñanzas medias se manifiestan poro el centro, mientras los universitarios preparan una respuesta contundente para marzo
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El 20% de los alumnos de enseñanzas medias secunda el paro
La huelga de estudiantes universitarios apenas sí tuvo seguimiento este jueves en Salamanca, mientras que unos 4.200 alumnos de enseñanzas medias (el 20% del total) secundaron la convocatoria para protestar por la reforma universitaria 3+2 del ministro Wert.
Los alumnos de enseñanzas medias se concentraron en la Plaza Mayor antes de salir en manifestación por la calle Toro, Gran Vía, subir a la plaza del Mercado, la Rúa y acabar en la plaza de Anaya.
Simultáneamente, en el campus se realizaba una concentración en la que participaron CEAS, Asper e Innova para expresar su rechazo ala reforma 3+2 que propone el Gobierno, consistente en reducir los grados de 4 a tres años y aumentar de uno a dos los cursos de máster necesarios para completar la carrera. Eso encarecería sensiblemente el coste para la familia del alumno y se teme que constituya una discriminación por motivos económicos.
Héctor Alaminos, coordinador de CEA, señaló que la huelga de estos dos días ha sido parcial, porque ni siquiera a CEA, sindicato mayoritario en la Usal, se la habían propuesto.
Estudiantes en Movimiento prepara una respuesta «contundente» al 3+2 entre el15 y el 17 de marzo, en Salamanca y en el conjunto del país.
[quote_box_center]LA OPINIÓN DE LA UNIVERSIDAD
El Consejo de Delegaciones de Estudiantes de la Universidad de Salamanca (CONDELE) manifestó en la mañana de hoy su desacuerdo ante la aprobación “unilateral”, por parte del Consejo de Ministros, el pasado día 30 de enero, del Real Decreto que modifica profundamente las enseñanzas universitarias en su conjunto (grado, másteres y doctorado).
Cnsidera que una reforma de semejantes características requiere de una amplia reflexión acerca del estado del sistema universitario español actual; que la aprobación de esta normativa se realiza de modo irresponsable; y que la reducción generalizada a grados de 3 años llevará consigo inevitablemente una menor adquisición de competencias y menor cualificación, dificultando la empleabilidad de los estudiantes. Devaluando los grados, vaciándolos de contenido, se enviará el mensaje de que hay que tener varios grados para competir, abocando a los estudiantes a una carrera sin fin.
Concluye diciendo que cualquier reforma del sistema universitario debe tener como objetivo primordial la defensa de la calidad de la oferta académica, con títulos más completos que nos hagan más competitivos.
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