La Junta de Castilla y León ingresó 501,1 millones de euros en 2013 por los tributos que gestiona, el 4,9 % más que en 2012, lo que supone que por primera vez en seis años la recaudación se incrementó respecto al ejercicio precedente. No obstante, desde que empezó la crisis, la recaudación ha caído casi a la mitad.
A ello contribuyeron de manera decisiva tanto los impuestos tradicionales, que sumaron 416,2 millones a las arcas regionales (el 2,1 % más), como los nuevos, que aumentaron su aportación el 28 % hasta los 61,1 millones, según informa la Junta.
El Gobierno autonómico gestiona dos tipos de tributos: por una parte, los que se conocen como cedidos, asumidos en 1985 y que en su mayoría están ligados a la compraventa de inmuebles y los documentos notariales; por otra los propios, de reciente creación, que comenzaron a incorporar recursos en 2012 y tienen carácter medioambiental.
El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales fue el que más fondos aportó a la Junta, 138,4 millones de euros, lo que implica una subida del 9 % que refleja la actualización de tipos vigente desde el 1 de enero de 2013. A continuación se situó el de Sucesiones y Donaciones, que con 136,7 millones –el 4,3 % más– recoge la modulación por renta de la bonificación del 99 % a familiares directos.
Actos jurídicos
En tercer lugar se situó una vez más el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, que agregó 73,8 millones de euros a las cuentas del Ejecutivo regional y, a pesar de frenar su descenso, recaudó el 9 % menos que en 2012. Algo parecido ocurrió con la Tasa sobre el Juego, que cayó menos que el ejercicio precedente (el 1,6 %), hasta casi estabilizarse, y permitió ingresar 67,3 millones.
Los nuevos tributos propios –el Impuesto sobre la Afección Medioambiental causada por determinados aprovechamientos del agua embalsada, por los parques eólicos y por las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta tensión (IAM), y el Impuesto sobre la Eliminación de Residuos en vertederos (IER)– proporcionaron 61,1 millones a la Junta para sus políticas, el 28 % más que el año anterior, dado que en 2012 no se aplicaron durante el ejercicio completo sino a partir del 1 de marzo. La contribución de las Tasas de la Comunidad también fue positiva, en concreto de 23,8 millones de euros, el 6,4 % superior a la del periodo precedente.
La crisis
Ahora bien, si se evalúa lo ocurrido durante los últimos seis años de crisis, el resultado es que la recaudación ha caído prácticamente a la mitad, puesto que ha pasado de los 974,1 millones de euros que se contabilizaron en 2007 a los 501,1 millones de 2013. De hecho, de no ser por los nuevos tributos medioambientales el descenso habría sido mayor, del 55 %. Su implantación, por tanto, ha contribuido a paliar la mala evolución de los tributos tradicionales y en particular de los que gravan las Transmisiones Patrimoniales y sobre todo los Actos Jurídicos Documentados, que han perdido el 59 % y el 78 % de su potencia fiscal, respectivamente, durante el periodo analizado.
Esta realidad se refleja, asimismo, en que en la actualidad los impuestos que gestiona la Junta representan algo menos del 6 % del Presupuesto de la Comunidad. Se trata de un peso muy inferior al que tenían en 2007, cuando suponían el 10 %.