Mil quinientos veintiuno y en abril para más señas…

[quote_box_center]“Mil quinientos veintiuno y en abril para más señas
en Villalar ajustician quienes justicia pidieran…
Desde entonces ya Castilla no se ha vuelto a levantar
En manos de rey bastardo o de regente falaz
Siempre añorando una Junta o esperando un capitán”[/quote_box_center]

Con esta estrofa de la canción “Canto de Esperanza”, considerada como el Himno de Castilla para diversos movimientos castellanistas, volvemos a la realidad de nuestra comunidad.

Hoy día veintitrés de abril, celebramos la fiesta de nuestra comunidad autónoma en honor a los Comuneros. Para los Castellano-leoneses, la revuelta de los Comuneros representa una de las pocas veces en la Historia de España en la que el pueblo castellano se ha levantado contra los poderes por una situación que consideraba injusta. En aquel momento, el pueblo castellano estaba descontento porque el rey Carlos I, a su llegada a Castilla, establece una corte procedente de Flandes, constituyendo un monopolio flamenco en detrimento de Castilla. Son varias ciudades castellanas –encabezadas por sus líderes Padilla, Bravo y Maldonado- las que se levantan contra la monarquía. Sin embargo, en la llamada batalla de Villalar en 1521 el ejército del rey derrota a las ciudades castellanas sublevadas y Carlos I ordena la ejecución de los líderes.

Frente a este hecho aislado, que se celebra año tras año en “El Día de Castilla y León”, los castellanos hemos sido a lo largo de la historia una sociedad muy poco reivindicativa y muy conservadora. Es muy posible que debido al “conformismo aparente” y a que los cambios socio-políticos han llegado siempre muy tarde a esta región, tenemos la situación que prima hoy en día.

¿Cómo es nuestra comunidad autónoma en el siglo XXI? Tenemos una región despoblada en su mayor parte, con núcleos urbanos con una escasa industrialización –salvo ciudades como Burgos o Valladolid- y por ello mínimas oportunidades laborales fuera del ámbito de la hostelería o el turismo. Las áreas rurales muy despobladas y empobrecidas en su mayoría. Los jóvenes castellano-leoneses tradicionalmente han tenido que emigrar a otros puntos del país en búsqueda de un futuro, pero en la actualidad no emigran ya a otras ciudades españolas, sino que lo hacen al extranjero debido a la escasez de oportunidades en nuestro país. Tenemos una comunidad muy envejecida y con falta de espíritu joven y reivindicativo.

Estos últimos años, se han dado unos recortes brutales en educación y sanidad en nuestra región. Zonas rurales alejadas de los núcleos urbanos –como el caso de Los Arribes del Duero- han sufrido la cobertura sanitaria durante estos últimos años. La oferta de empleo público para maestros ha sido muy escasa durante esta última legislatura, mientras que la oferta de plazas para el cuerpo de profesores de Secundaria no ha existido desde al año 2010. La inversión en I+D+i ha descendido brutalmente, dando lugar al cierre de muchos grupos y líneas de investigación, disminuyendo la productividad científica de la comunidad y provocando que una generación de jóvenes titulados tenga que marcharse forzosamente al extranjero.

¿Siguen faltando motivos para que los castellano-leoneses nos levantemos?

[quote_box_center]“Quién sabe si las cigüeñas han de volver por San Blas
si las heladas de Marzo los brotes se han de llevar
Si las llamas comuneras otra vez crepitarán
cuánto más vieja la yesca más fácil se prenderá”
(Canto de Esperanza)[/quote_box_center]

Por José Manuel Muñoz Félix