En la celebración del Día Internacional de Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, Proyecto Hombre Salamanca ha leído su manifiesto en la Plaza de los Bandos con el que se quiere recordar el impacto del consumo de drogas en las personas y su entorno familiar y social, y alertar de las nuevas adicciones sin sustancia.
Lo que más le llama la atención a Manuel Muiños, presidente de Proyecto Hombre Salamanca, es que el consumo se ha normalizado. “Lo vemos en el día a día y aquí no pasa nada”, cuenta Muiños, insistiendo en que habría que analizar nuestra sociedad para hallar el porqué de esta relativización del consumo, cuya importancia ha quedado relegada a un triste segundo plano.
Consideran que esto se debe, en parte, a que la droga más consumida sigue siendo el alcohol, seguida del tabaco, el cannabis y la cocaína, como cuentan en su manifiesto. Pero las adicciones sin sustancia, como la ludopatía y las nuevas tecnologías, han aumentado significativamente, entre lo que se incluyen la adicción a llamadas telefónicas de pago y juego online. Además del aumento de los atendidos en la llamada patología dual, que se trata de tener adicciones más patologías psiquiátricas.
Invitan a todas las personas que tengan un problema de adicción, sea esta la que sea y de la gravedad que sea, que acudan para ponerse en sus manos y ser ayudados. “Las adicciones no son un problema personal ni familiar que deba resolverse en secreto”, reza el manifiesto, “como se dice coloquialmente ‘esto le puede pasar a cualquiera’”. Reclaman que las adicciones se traten como un problema social, poniendo de manifiesto el problema real en nuestra sociedad y que se lleven a cabo políticas de prevención adecuadas y apoyo en programas de asistencia, así como a nivel social y laboral.
Evasión
Es especialmente necesaria la ayuda a las personas que están en procesos de rehabilitación para que puedan reinsertarse y tener lugares donde sentirse un miembro más de nuestra sociedad. Sin embargo, estas entidades son muy conscientes de que cada día están más limitadas y obtienen menos apoyos institucionales y económicos, a pesar del aumento de las adicciones y de la necesidad de incorporar profesionales específicos y recursos para la atención de las personas afectadas.
Manuel Muiños explica que las adicciones se deben generalmente al intento de evasión de una realidad no deseada. “Las personas afectadas son personas con sentimientos que buscan suplir unas carencias y que no afrontan la realidad”. El presidente cuenta que esta problemática es así tanto para jóvenes, que son tratados por el programa Remo para adolescentes de 13 a 18 años, como para mayores, cuyos servicios incluyen también residencia, asistencia en el Centro Penitenciario de Topas y a domicilio, y que el perfil, por mucho que cambien las adicciones, sigue siendo el mismo.
Terminan el manifiesto agradeciendo todo el apoyo recibido y recordando que el trabajo conjunto que llevan a cabo desde hace años es fruto del esfuerzo y la comunicación entre todos. “Con la ilusión y esperanza de poder ayudar a las personas a cambiar su vida, seguiremos trabajando todos juntos”.
Texto y fotos: Paula Castro Romo
