Ya tenemos otra ilusión óptica que suscita un debate planetario. Ahora no se trata de discutir sobre el color de un vestido, sino de si eres capaz de ver o no algo sorprendente en la parte blanca o azulada de la fotografía que ilustra este texto.
Haz la prueba:
- Mira fijamente al punto blanco sobre la nariz de la mujer al menos durante 15 segundos.
- Fija la mirada sobre el área blanca de la derecha.
- Ten paciencia. ¿Qué ves ahora?
Si no te has precipitado habrás visto cómo iba apareciendo el rostro de una mujer a todo color, como las imágenes iban apareciendo sobre el papel de fotografía durante el revelado.
El rostro de una mujer de pelo oscuro debería aparecer durante unos segundos sobre esa superficie blanca. No se debe a ningún truco de la fotografía ni a ningún efecto sobrenatural; se trata de una ilusión óptica conocida como imagen residual negativa.
No es una aparición, ni el relevo de las caras de Bélmez, ni estás para ir al psiquiatra. Tiene una explicación científica.
Sus causantes son unas células del ojo, las ganglionares, que son las encargadas de enviar por tres canales información al cerebro codificando los colores en pares de colores primarios. Un primer canal codifica los colores negro y blanco; el segundo, del rojo y el verde y el tercero, del azul y el amarillo. Cuando miras algo amarillo, por ejemplo, durante un tiempo prolongado, se estimulan las células que son sensibles a ese color en el canal del amarillo y el azul, pero después de un tiempo, se fatigan. Cuando después de eso diriges tu mirada a un fondo uniforme, por ejemplo una pared gris, su actividad decae mucho más, tiene más problemas para codificar el amarillo y potencia el color opuesto, por lo que se verá azul.
Lo que ocurre en esta imagen es que las células que identifican el azul, tras estar expuestas durante un tiempo a ese color, se fatigan y debilitan, estimulando la percepción de su contrario, el amarillo, por lo que se aprecia un tono de piel más natural.