Stop Uranio alerta de las consecuencias que tendrá en la zona la explotación minera de Retortillo. La más grave, que quedará un cementerio nuclear con material radiactivo durante mil años.
La plataforma Stop Uranio ha vuelto a la carga contra el proyecto que la empresa australiana Berkeley quiere poner en marcha en Retortillo para abrir una mina de uranio.
Stop Urabio aseura que este proyecto, que recibió el visto bueno de la Junta, ha recibido el varapalo del Consejo de Seguridad Nuclear, que afirma “los muchos residuos -¡millones de kilos de residuos!- son radioactivos y no pueden echarse sin más, como pretendía Berkeley, en el hueco que vaya quedando libre tras extraer el uranio. Y porque son muy educados en el CSN, y sólo les dicen que el proyecto tiene ‘carencias significativas’, que si fueran tramposos como es Berkeley, le dirían a la cara que ‘están obrando de mala fe’, y que sus informes, o sea, la litera que presentan, son ‘una chapuza’”, asegura la plataforma.
Lo que Berkerley defiende, según Stop Uranio, es que “los residuos de la explotación minera son ‘naturales’ y que su manipulación ni quita ni pone peligro ni radioactividad a la que ya existe ‘en el ambiente’ de la zona. Pero el CSN, que como decimos, tiene que tener mucho cuidado con lo que hace y dice, por lo que pudiera ocurrir en el futuro, les insiste en que menos lobos Caperucita y que los residuos son residuos radioactivos y que como tales deben tratarlos”.
La plataforma asegura que el informe del CSN no será “más que un pequeño contratiempo que subsanarán adecuadamente con un nuevo informe en el que indicarán con pelos y señales cómo van a tratar esos residuos para que nada quede sujeto al azar ni se corran riesgos. Para eso tienen el dinero y el poder; para hacer los informes a favor que necesiten”.
Pero desde el punto de vista de la opinión pública, lo que acaba de señalar el CSN “es muy, muy importante. Porque es reconocer públicamente que no se está hablando de una mina cualquiera sino de una mina que la manipulación del material que genera es sumamente peligrosa y por tanto todo el proceso, incluido el almacenamiento de residuos, exige la máxima seguridad y medidas excepcionales de almacenamiento. Es decir, y dicho de forma clara y rotunda: cuando dentro de diez años la empresa minera se vaya, en Retortillo quedará un cementerio nuclear con radioactividad para más de mil años”.