Un juez de Barcelona ha citado a declarar a la soprano Montserrat Caballé acusada de un presunto delito fiscal cometido al defraudar a Hacienda medio millón de euros en 2010.
El fiscal asegura que la soprano tenía su domicilio fiscal en Andorra sólo a efectos tributarios, porque residía habitualmente en Barcelona y sólo salía al extranjero cuando tenía algún compromiso profesional. Por eso, entiende que debía presentar la declaración del IRPF en España.
Caballé firmaba la mayoría de sus contratos por medio de una empresa andorrana y tampoco declaró la cuenta que tenía en el principado, en la que ingresaba los emolumentos que percibía por sus actuaciones.
De confirmarse las acusaciones de fraude, la soprano tendría que pagar una sanción de 120.000 euros, además del medio millón defraudado y los intereses. En total, unos 700.000 euros.