- Te pueden pedir una entrada de 30 euros, pero no especifica si con consumición incluida
Las despedidas de soltero, tan codiciadas por algunos establecimientos hosteleros de la ciudad, empiezan a estar en la lista negra de otros, que las prohíben taxativamente en su carta de derecho de admisión.
Algunos establecimientos de la ciudad del Tormes, como ya ocurriera hace algunos años, antes de que las despedidas fueran tan bien recibidas, ahora las prohíben como también impiden el paso a «grupos de boda y vestidos de novia«.
Uno de estos locales tiene a la puerta un amplísima relación de motivos por los que te pueden echar para atrás, además de por estar de despedida de soltero o de boda.
Tampoco entrarás si llevas «una indumentaria inadecuada a los buenos usos y costumbres del local«. ¿Que cuáles son? Ahí van, como si fuera una vuelta al pasado.
Pendientes y chándal
No entrarás si eres chico y llevas «pendientes o cabellos largos, chándal o ropa deportiva, bermudas, deportivas o playeras sucias o rotas, pantalones cortos, pantalones vaqueros de pitillo o con flecos en los bajos, etc.».
La lista es tan extensa que especifica que tampoco pasarás si eres «un alborotador comprobado» o si «provocas o incitas a cualquier desorden en la sala» o no cumples con algo tan genérico como «las normas que dicte la empresa sobre el comportamiento debido en este establecimiento«.
Tampoco pasas si te encuentras «en estado de embriaguez» o si «portas cualquier objeto susceptible de causa de daño a personas o alas cosas», o si careces de «aseo personal».
Te pueden prohibir la entrada por cualquiera de estos motivos «de acuerdo al regalmento de policía de espectáculos públicos y actividades recreativas», y para terminar de disuadirte dicen que te pueden cobrar una entrada de 30 euros, aunque no especifican si con derecho a consumición.
1 comentario en «Algunos bares empiezan a vetar las despedidas,… y más»
En el Atahualpa (que mira que es un local cutre, seas pijo o perroflauta) no nos dejaron entrar a 6 matrimonios jóvenes por alguna barba o pendiente (nada del otro mundo). Eso no es buscar elegancia o imagen para tu local, es ser gilipollas e ir en contra de tu negocio, porque no creo que los criajos peleones a los que dejan pasar con camisa, fuesen a consumir ni la mitad que nosotros (al menos tres rondas de copas). Y por supuesto ni hablar de los cero problemas que les íbamos a ocasionar. Supongo que el simio gigante de la puerta, que rezumaba sed de violencia en cada palabra y mirada, tenía órdenes explícitas de a quién debía dejar entrar y a quién no. Pero es evidente que un pendiente pequeño y dos barbas no te estropean la imagen de antro «jet set» que se quiere vender. Unos metros más lejos, un borracho faltón estaba siendo apaleado por unos 5 o 6 niños de edades no muy superiores a los 18 que seguro que entrarían en el garito mencionado. Llevaban todos camisas. Quizás más profesionalidad en los gorilas maguilas, que solo están ahí por saber dar hostias, daría mejor imagen a tu club y no el impedir que una persona con pendiente entre. Humilde opinión.
Otra cosa a tener en cuenta, es que dar garrafón (comprobado porque alguna vez he entrado incitado por el portero, dado que su local estaba vacío) a precio de exquisitez a personas con cierta edad es mucho más arriesgado. Por ahí si lo entiendo. Te la pueden devolver o pedir hojas de reclamaciones. Mejor niños en camisa que tragan hasta un pis mal echado en un momento dado. Añado que una visita de los de sanidad en estos locales de «clase alta» no estaría de más, tanto para observar el fraude (y/o peligro) del alcohol que venden como el estado en general de unos baños usados, en principio, por gente de nivel y clase. Ilusiones en cualquier caso, ya que seguro que los de sanidad están igual de untados que los responsables del ayuntamiento, que permiten a estos infraseres de hosteleros saltarse las normativas para poder abrir hasta cualquier hora en una nochevieja universitaria que no era suya, que se apropiaron de ella, que llenaron de publicidad sitios emblemáticos como la plaza mayor y que en definitiva, usaron y les permitieron usar a su antojo para convertir Salamanca en cuna de vergüenza nacional, cuando era una fiesta sana iniciada por y para estudiantes. Esos que luego son criticados por la basura hostelera cuando hacen botellón.
Solo hay una cosa peor que los sitios estirados para gente estirada. Son los antros de mierda que van de sitios estirados para gente estirada, y su falta de conocimiento y profesionalidad para saber discernir el tipo de clientela que tienen.